Con sólo 19 años, Soledad Pastorutti encontró el verdadero amor. Es que fue allí cuando conoció a Jeremias Audoglio. Ahora a más de 25 años de haberse conocido, y con más de 17 años de matrimonio, se reveló cómo fue que la pareja se conoció y comenzó con su historia.
Todo inició en la escuela nocturna de Arequito, en donde se conocieron. De a poco la relación comenzó a crecer, pero el verdadero cambio que les indicó que su romance iba en serio ocurrió cuando ella se instaló en Buenos Aires para seguir con su carrera como cantante. Allí, Jeremías Audoglio dejó todo y acompañó a Soledad Pastorutti en sus proyectos.
Tras el éxito que alcanzó la cantante, en 2007 decidieron pasar por el altar para certificar su romance. Vale destacar que ella siempre expresó que su marido no sólo es el gran amor de su vida, sino que también el primero.
Esto fue lo que los llegó a organizar una fiesta enorme en Arequito, a la cual asistieron cerca de 2 mil personas. “Celebrar mi boda fue un sueño cumplido. Una vez que conocí a Jere, dije ¨él es la persona¨ y realmente siempre soñé con festejar con una gran fiesta, la iglesia con todo, y me encantó. Definitivamente lo volvería hacer”, contó en diálogo con Caras hace un tiempo.
Por lo que recordó sus sensaciones al dar este paso: “Los sentimientos fueron muchos. Primó porsupuesto el amor, pero de momentos llegaban los nervios, la incertidumbre, también la melancolía, la nostalgia por dejar mi viejo hogar y el de mis padres. Una mezcla de sensaciones pero siempre con mucha alegría y con mucha pasión. Viví cada pasito, desde que empezamos a pensar en la fiesta, los preparativos y la celebración religiosa, hasta que llegó ese día”.
A lo que Soledad Pastorutti también destacó cuál fue el momento más emotivo: “¿El momento más emocionante de mi boda? Creo que fue el ¨Sí, quiero¨ de la iglesia…aunque también podría contar entre esos momentos el día del civil, cuando hicimos una fiesta más pequeña. Éramos 70 personas, pero porque los dos somos de familia numerosa. Recuerdo que toda la gente que vino al civil se divirtió mucho, la pasaron súper. Bailamos, nos divertimos tanto…fue en casa, duró un día entero y fuimos todos inmensamente felices, a pesar de que el clima no acompañó, porque había llovido mucho”.