La nueva edición de La Voz Argentina volvió a emocionar al público con una historia que combina talento, sensibilidad y legado. En la noche del jueves, una joven cantante se robó todas las miradas: Clara Tapia, que no solo conmovió con su interpretación, sino que también reveló una conexión directa con uno de los ídolos del fútbol argentino.
Clara pisó fuerte en el escenario del certamen de Telefe al interpretar una versión íntima y potente de All I Want, la canción de Olivia Rodrigo. Su voz, llena de matices, logró que tres de los cuatro coaches giraran sus sillas: el dúo Miranda!, Soledad Pastorutti y Luck Ra quedaron encantados con su actuación. Finalmente, Clara eligió seguir su camino junto a Miranda!, decisión que marcó el inicio de su recorrido en el programa.
Más allá de su talento vocal, fue su historia la que sumó una dosis extra de emoción. Clara es hija de Carlos “Chino” Tapia, exjugador de la Selección Argentina y campeón del mundo en México 1986. Al finalizar su presentación, su padre subió al escenario para abrazarla con orgullo, en un gesto que generó una ovación espontánea del público presente.
Pero Clara no es solo “la hija de” un ícono del fútbol. Tiene una vida marcada por múltiples pasiones. Estudió psicología, es pastelera y actualmente se forma en Artes Escénicas, lo que demuestra su versatilidad y compromiso con el arte en todas sus formas. Su sensibilidad quedó a flor de piel cuando contó que su mamá no pudo acompañarla, y que también canta pensando en ella.
Su presencia en el programa no pasó desapercibida. Clara logró emocionar tanto a los coaches como a los televidentes con su autenticidad. “Esto es un sueño que se puede cumplir”, dijo con lágrimas en los ojos, dejando en claro que su paso por La Voz representa mucho más que una simple participación en un concurso televisivo.
A pesar de tener un apellido que pesa en la historia del deporte argentino, Clara busca construir su propio camino, desde otro escenario. Y lo hace con una mezcla de talento, humildad y una historia que conecta con el corazón de miles de personas.
Con una carrera que recién comienza, Clara ya dejó una huella. Y promete ser una de las grandes revelaciones del certamen.
Su historia es también un recordatorio de que el arte, como el fútbol, se vive con pasión, entrega y emoción. Y que, más allá de la herencia, cada generación puede escribir su propia historia con voz propia.