Si algo faltaba en el juicio por la muerte de Diego Maradona es el escándalo que estalló en las últimas horas por los mensajes filtrados de una implicada en la causa que asegura haber tenido relaciones sexuales con él ante de morir. La gravedad aumenta al descubrir que se trata de una persona que integró el equipo médico encargado de cuidarlo hasta su último día.
En Cámara del Crimen, el programa de Ricardo Canaletti, se dieron a conocer los polémicos mensajes que dan prueba de este affaire entre profesional y paciente. Agustina Cosachov, psiquiatra de Diego Maradona, le admitió al psicólogo del ídolo que tuvo relaciones sexuales durante sus sesiones de terapia.
Antes de dar a conocer la noticia, en el programa, invitaron a Verónica Ojeda, quien tuvo una semana movida producto de que le tocó dar testimonio de cómo pasó sus últimos días junto al ídolo popular. Tras hablar sobre esto, Ricardo Canaletti, le advirtió que tenía contundentes pruebas de Agustina Cosachov y un polémico accionar con su paciente.
Así se dieron a conocer las conversaciones en donde la psiquiatras charla vía mensajes con Carlos Díaz, psicólogo de Diego Maradona. Allí no hablaban de cuestiones profesionales, sino que de sus situaciones personales. A lo que en un momento confesó haber intimado con su paciente.
La conversación se inicia con un mensaje del psicólogo enviando una foto de Intrusos, sobre lo que se hablaba de ellos en aquel momento. Acto seguido, lanzó una afirmación a la espera de saber si era verdad o no lo que se decía en los medios: “Te garc** al gordo, ¡sinvergüenza!“.
Lejos de desmentirlo, Agustina Cosachov se mostró muy tranquila con su accionar a pesar de lo que hizo con su paciente. Para colmo, se rio y jactó de que estos métodos de terapia eran comunes para ella: “Y bueno, ja, ja, ja, ja, terapia es terapia. Cada uno, con su técnica”.
Al ver esta situación, Verónica Ojeda se esperaba esto: “Eso no es nada. Las barbaridades que dice Díaz sobre mi persona”. Vale aclarar que ella tuvo un fuerte cruce con Agustina Cosachov antes de que se iniciara el juicio. “¡Perra malparida! ¡Hija de puta! ¡Asesina!”, le gritó en una de las primeras jornadas.