Estrés, agotamiento e impotencia. Todo esto y, quizás más, siente el personal de salud que lucha a diario contra la pandemia de coronavirus en el país y el mundo. Fue demasiado para Lorna Breen, jefa del departamento de urgencias de un hospital de Nueva York, que fue hallada sin vida el pasado domingo tras confesar a sus familiares que no soportaba ver morir a tanta gente.
Breen trabajaba en el Hospital NewYork-Presbyterian Allen, en Manhattan. El estado de Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia con más de 291.996 contagiados y 22.668 muertos por coronavirus.
El doctor Philip Breen, padre de Lorna, reconoció a New York Times que su hija "trató de hacer su trabajo, y eso la mató". Asimismo agregó que la mujer de 49 años no tenía antecedentes psiquiátricos, pero que la última vez que mantuvieron un diálogo la notó "desanimada". Fue en esa charla que su hija le contó lo insoportable que era ver morir a los pacientes contagiados por el coronavirus algunos incluso antes de que pudieran sacarlos de la ambulancia.
Estados Unidos registra más de 56 mil muertos por coronavirus.
Lorna Breen murió en Charlottesville, en el estado de Virginia, donde se había quedado con su familia unos días. Su padre recordó que su hija se había contagiado con el virus mientras estaba en el trabajo, pero que volvió al hospital trabajar después de aproximadamente una semana y media de recuperación. Aun así, la mandaron de vuelta a su casa, y su familia la trajo a Virginia.