Biden y Xi Jinping se verán las caras por primera vez

Dentro de un marco mundial tenso con la invasión a Ucrania, la crisis alimentaria mundial y las amenazas nucleares, Joe Biden se reunirá con Xi Jinping por primera vez cara a cara dentro de una reunión bilateral, aprovechando que ambos formarán parte de la cumbre del G20.

Ambos líderes se dirigirán a Bali después de superar importantes obstáculos políticos: las elecciones de mitad de período en Estados Unidos, que fueron mejores de lo esperado para Biden; y el Congreso del Partido Comunista Chino, en el que Xi aseguró un tercer mandato. En un panorama global complejo, esta reunión será clave para resolver muchos conflictos en puerta.

Biden espera que la reunión del lunes le permita construir un "piso" para las relaciones entre los dos países, pero a su vez el demócrata será tajante sobre las preocupaciones de Estados Unidos. Se trata de lo que sucede en la isla de Taiwán, la violación a los derechos humanos que se vive en el país asiático y la intromisión de China en las democracias del mundo.

La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo en un comunicado que : "Los líderes discutirán los esfuerzos para mantener y profundizar las líneas de comunicación". Además de que se puedan establecer nuevos parámetros con respecto a las amenazas nucleares que se han despertado en los últimos años.

Biden y Xi se reunieron por última vez en persona durante la administración de Obama, y los lazos de Estados Unidos con China se han desplomado desde entonces a su nivel más bajo en décadas. La tensión escaló a un nivel sin precedentes cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi visitó Taiwán, la isla democrática autogobernada, que Beijing reclama como su territorio.

Después de la visita de Pelosi a Taipei, Beijing anunció que estaba cortando los canales de comunicación, incluso sobre el cambio climático y las relaciones militares. Pese a las amenazas, Biden dijo que la postura de Estados Unidos sobre la isla "no ha cambiado en absoluto desde el principio".

Otro de los temas que entrará en la agenda son los lanzamientos de prueba de misiles por parte de Corea del Norte, que Estados Unidos y sus aliados consideran una amenaza creciente para el este de Asia. Washington quiere que Beijing presione al líder norcoreano, Kim Jong-Un, para que reduzca sus actividades y participe en conversaciones sobre desnuclearización