Miles de personas protestaron esta semana en Francia contra los cambios previstos en la ley de inmigración y los desalojos de la isla del Océano Índico de Mayotte. En las marchas se leían pancartas que proclamaban: “No a la ley Darmanin. Contra la represión, el encarcelamiento y las deportaciones, por una política de migración acogedora”.
En París y otras ciudades francesas, los ciudadanos junto a muchos migrantes indocumentados, se levantaron contra una ley de inmigración que consideran “racista”. El objetivo es “criminalizar a los extranjeros” y llevar a “más deportaciones”, dijo Aboubacar, un maliense indocumentado de 31 años a la prensa AFP. La ley lleva el nombre de Gerald Darmanin, el ministro del Interior francés.
Los manifestantes también criticaron la Operación Wuambush, que se lleva a cabo en la isla Mayotte –un territorio francés de ultramar- para desalojar a inmigrantes ilegales. En su mayoría los deportados provienen de las vecinas Islas Comoras, y actualmente se encuentran alojados en condiciones insalubres.
El proyecto de ley busca una mayor amplitud para la deportación, especialmente para los extranjeros que cometen delitos. También establece un nivel mínimo de francés requerido antes de otorgar permisos de residencia de varios años. Y permite la toma de huellas dactilares obligatorias, así como el endurecimiento de los requisitos para renovar permisos a largo plazo.
En Rennes, más de 1500 personas criticaron la forma en que se trata a los comorenses indocumentados. Decían que “el problema no es la inmigración, es la explotación y los empresarios sin escrúpulos”. También protestaron contra las medidas represivas tomadas por Francia en Mayotte, afirmando que hay otras formas de tratar con la situación.