Cayó un líder del Cártel de Sinaloa: fue capturado junto con el hijo del Chapo Guzmán

Este jueves el líder del Cártel de Sinaloa, Ismael "El Mayo" Zambada, se entregó en Texas, Estados Unidos. Junto con él también estaba Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán, exlíder de la organización criminal que cumple cadena perpetua en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Estados Unidos desde 2017.

Medios estadounidenses indicaron que el narcotraficante se habría entregado en uno de los aeropuertos privados de El Paso, más precisamente en el "Internacional de Santa Teresa el jueves 25 de julio por la tarde". La agencia Reuters confirmó que El Mayo, cofundador histórico del Cártel de Sinaloa, está detenido y bajo custodia norteamericana mientras avanzan con su procesamiento judicial.

Zambada, de 76 años de edad, ahora deberá enfrentar una serie de acusaciones por delitos de narcotráfico y crimen organizado en Estados Unidos: en febrero pasado, fiscales federales estadounidenses lo acusaron de conspirar para fabricar y distribuir fentanilo, principal causa de muerte de ciudadanos de ese país entre 18 y 45 años según agencias de salud y seguridad.

El Mayo era uno de los objetivos más buscados por las autoridades norteamericanas a lo largo de varias décadas, y a lo largo de su carrera delictiva fue considerado como el más sigiloso de todos ya que jamás se dejaba ver en público. Por su paradero, las autoridades de Estados Unidos ofrecían 15 millones de dólares de recompensa.

El largo prontuario delictivo de Zambada lo tiene en el centro de acusaciones por dirigir una organización criminal, conspiración, homicidio, lavado de dinero, fabricación y distribución de drogas. También acusan al Cártel de Sinaloa por la producción, distribución y tráfico y venta de fentanilo.

Junto a El Mayo estaba Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo. Conocido como "Los Chapitos" junto a sus hermanos, lo que se sabe de Joaquín es que era también uno de los que tenían más bajo perfil en la organización criminal. En los últimos 10 años, el hijo de El Chapo se involucró en el negocio criminal de su padre y formó parte de una de las operaciones que lograron la fuga del capo narco en 2015.