Roma se convirtió en una auténtica fortaleza para los funerales del Papa Francisco, fallecido a los 88 años, cuya ceremonia está programada para este sábado en la Plaza de San Pedro. Las autoridades italianas activaron el nivel 1 de alerta nacional, el máximo previsto por el protocolo, comparable solo al utilizado en eventos excepcionales como las cumbres del G7.
Con la llegada esperada de más de 200.000 personas y de delegaciones de 170 países, el desafío logístico y de seguridad es colosal. Por eso, el operativo de seguridad contempla el despliegue de más de 15.000 agentes coordinados entre la Seguridad Vaticana, la Gendarmería, la Guardia Suiza y las principales fuerzas del orden italianas. Desde el miércoles, con la llegada del féretro a la Basílica de San Pedro, las autoridades cerraron completamente los accesos al Vaticano y las calles adyacentes, implementando rigurosos controles que incluyen revisiones de mochilas y escáneres de rayos X.
La protección se extiende también al espacio aéreo, con una zona de exclusión en funcionamiento las 24 horas sobre Roma, respaldada por aviones de combate en alerta, sistemas antidrones y francotiradores estratégicamente posicionados en los tejados a lo largo de la Via della Conciliazione y la colina del Gianicolo. También se desplegó un innovador sistema de vigilancia 3D, que permite monitorear en tiempo real cada movimiento en el perímetro del Vaticano con una visión panorámica de 360 grados.
La seguridad también se intensifica en el subsuelo de la capital italiana, donde equipos especiales supervisan estaciones de tren, andenes del metro, túneles y cloacas. Paralelamente, la Policía Fluvial intensificó sus recorridos por el río Tíber, mientras que los bomberos permanecen en alerta máxima.
Entre las personalidades que asistirán al funeral destacan el presidente estadounidense Donald Trump, el ucraniano Volodímir Zelenski, los jefes de Gobierno de Francia y Reino Unido, Emmanuel Macron y Keir Starmer. También confirmaron presencia el príncipe Guillermo de Inglaterra y los reyes de España. Tras la ceremonia, se realizará un recorrido con el féretro desde el Vaticano hasta la Basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma, donde el pontífice argentino será enterrado, un trayecto que las autoridades decidieron hacer público debido a la gran participación esperada.