El gobierno argentino expresó su "enorme preocupación" por la detención de otro ciudadano argentino en Venezuela y emitió una advertencia: "Dejen de viajar a ese país, porque es un peligro. Los toman de rehén". La nueva captura fue anunciada anoche por Diosdado Cabello, quien identificó al detenido como parte de una supuesta conspiración junto a un ciudadano español y otro búlgaro, acusados de interferir en las próximas elecciones regionales y parlamentarias del domingo.
Según confirmaron fuentes oficiales a los medios, el argentino detenido es Pablo Carrasco, empleado del área de seguridad informática de la empresa estadounidense 99 Hat, quien había viajado desde Bogotá para participar de una conferencia de ciberseguridad en Caracas. Carrasco posee doble nacionalidad y había ingresado al país con pasaporte italiano, pero fue arrestado por el temible Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) junto al español Erik Labrador Sainz. Actualmente se desconoce su paradero y no tiene acceso a asistencia consular.
El caso de Carrasco se suma al del gendarme Nahuel Gallo, secuestrado desde el 8 de diciembre cuando intentaba ingresar formalmente al país para visitar a su esposa venezolana y su hijo de dos años. "Estamos investigando desde el primer minuto, pero la situación es muy complicada porque las relaciones diplomáticas y consulares están absolutamente cortadas", admitieron fuentes de Casa Rosada. El régimen de Maduro acusó falsamente a Gallo de participar en un supuesto plan de magnicidio contra la vicepresidenta Delcy Rodríguez, acusaciones que el Gobierno argentino calificó como "mentiras" y "disparates".
Con Carrasco, ya son tres los argentinos retenidos sin justificación por el régimen venezolano. Desde la Casa Rosada creen que se trata de represalias tras el reciente escape de opositores venezolanos que estaban asilados en la residencia del embajador argentino.