Este miércoles, la justicia de Estados Unidos declaró culpable al rapero Sean “Diddy” Combs por dos cargos de transportación para participar en prostitución y podría enfrentar una condena de hasta 20 años de prisión.
Sin embargo, quedó absuelto de las imputaciones más graves: por tráfico sexual de personas y crimen organizado, en el marco de sus conocidas "Fiestas blancas", lo que lo hubieran llevado a cadena perpetua.
A partir de esta decisión, el juez Arun Subramanian es el que deberá definir la sentencia de Diddy por haber sido responsable de esos delitos.
En principio, los dos crímenes que se comprobaron que cometió son cargos exactamente iguales: transporte de personas con fines de prostitución. Como cada delito tiene una pena de 10 años, el rapero puede ir a la cárcel 20 años porque las penas pueden acumularse.
En este contexto, hay quienes aseguran que la posibilidad de que Diddy vaya dos décadas preso es muy cercana. Una de las razones que dan es la dureza del magistrado luego del veredicto del jurado: le negó la libertad bajo fianza con argumentos contundentes. “El acusado tiene un desprecio por el estado de derecho y una propensión a la violencia”, indicó en sus razones para que Diddy siguiera preso.
Pese a esto, al conocer el veredicto que lo libraba de los cargos más graves, Diddy se arrodilló frente a su silla e inclinó la cabeza como si rezara, según describieron los medios CNN y The Guardian que tenían periodistas en la sala.
En total, el juicio duró casi dos meses, en donde declararon 34 testigos, todos convocados por la fiscalía. En este sentido, la mayoría de ellos denunció la violencia sexual a la que fueron sometidos por el cantante y por amigos del músico.