La obligaron a trabajar, se contagió COVID-19 y la echaron

Evelin López es una joven que trabajaba en una panadería ubicada en el partido bonaerense de Avellaneda, y que fue despedida luego de contraer COVID-19 en ese comercio, al cual fue obligada a asistir, pese a la cuarentena y a los indicios de que algunos de sus compañeros poseían la enfermedad.

Según la exempleada, de los 50 trabajadores del local, 26 ya se contagiaron Coronavirus.  Ella denunció en las rede sociales que los propietarios del lugar los hacían ir a trabajar de todos modos: “Yo estoy segura de que me contagié acá porque ya había otros empleados contagiados y con síntomas y no los aislaron”.

Evelin agregó: “Tomaron la decisión cuando vino personal del Ministerio de Salud a decir que había una denuncia de casos positivos y ahí me dijeron que me fuera a casa pero me pidieron que no dijera que estaba trabajando con síntomas”.

El 23 de junio pasado, la joven avisó a los dueños de la panadería que algunos miembros de su familia habían dado positivo de coronavirus. Sin embargo, desde su trabajo no sólo la obligaron a ir, sino que luego la despidieron sin motivo real: “Sólo me van a pagar el mes trabajado y vacaciones. Ellos dicen que me llamaron y que yo los insulté, puedo demostrar que jamás recibí esa llamada y mucho menos los insulté”.

A través de una publicación de Facebook, Evelin denunció que la panadería seguía abierta a pesar de los empleados contagiados, y luego de eso le llegó una carta documento para comunicarle el despido.