Después de las catarsis pertinentes, tanto desde la victoria como desde la derrota, aumenta la expectativa y la acción política apuntada a la provincia de Buenos Aires, en donde se elegirá legisladores distritales el 7 de septiembre. La estrategia de La Libertad Avanza parece clara: competir en todo el país con su propio sello, imponer el color violeta lo más que se pueda en el mapa, y, en Buenos Aires, asegurar un triunfo con el PRO, de la manera que sea, en una especie de cruzada "todos contra Axel" que pretenderá voltear uno de los últimos estandartes, con capacidad de muchos votos, en pie, del peronismo en el país.
Según dicen, en la Casa Rosada no creen en la posibilidad de que Cristina Kirchner sea candidata en el distrito bonaerense. Interpretan, más bien, que el peronismo está en plena tensión confrontadora, pero que, al final, esa candidatura no encarnará en la realidad, sino que forma parte del juego, de la puja, entre la Cámpora y Kicillof.
Un dirigente libertario consultado por Santiago Pérez Chiconi, periodista de la agencia NA, sostuvo, de acuerdo con lo publicado este martes, que Cristina "no va a ser candidata", que "está haciendo lo que harían todos en su lugar, que es tensionar hasta el final con el gobernador (Kicillof) para no tener que entregar todo en la negociación". La misma fuente confió que tampoco esperan que se candidatee el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
Lo cierto es que el peronismo está en ebullición, y desde distintos distritos del país se le hace llegar a los referentes principales, incluida Cristina, que es necesario "urgente" una movida tendiente a lograr una rápida unidad, so pena de sufrir una derrota que minaría seriamente las chances de llegar bien posicionados a los comicios presidenciales de 2027.