En plena planificación de las vacaciones de invierno, muchos argentinos se enfrentan a una paradoja: viajar a las playas de Río de Janeiro puede resultar hasta un 40% más barato que vacacionar en San Carlos de Bariloche, uno de los destinos nacionales más clásicos de la temporada alta invernal.
Según los principales portales turísticos, el costo promedio para una semana en Bariloche asciende a US$982, lo que equivale a unos $1.178.442 por persona, con paquete que incluye vuelo directo, hotel tres estrellas y desayuno. Para una familia tipo, el gasto se eleva hasta $5.600.276.
En cambio, pasar una semana en Río de Janeiro entre el 21 y el 28 de julio cuesta US$571,43 en promedio, con paquetes que rondan los $685.726 por adulto si se opta por hospedarse en un hostel, y hasta $950.097 en un hotel. Ambas opciones contemplan vuelo directo y desayuno incluido.
El fenómeno ocurre en un contexto de dólar planchado, que favorece la elección de destinos internacionales. Así, Río de Janeiro encabeza el ranking de lugares más elegidos fuera del país para este invierno, seguido por Madrid, Miami, Punta Cana y Santiago de Chile.
En el plano local, Bariloche continúa siendo el destino predilecto, escoltado por Buenos Aires, Puerto Iguazú, Salta y Ushuaia. Sin embargo, los costos elevados marcan una diferencia considerable frente a las opciones internacionales. Por ejemplo, viajar a Ushuaia implica un gasto mínimo de $1.770.536 por persona, mientras que unas vacaciones en Puerto Iguazú pueden costar $1.158.183 por adulto o $3,9 millones para una familia de cuatro integrantes.
Con una brecha de precios tan marcada, cada vez más turistas argentinos evalúan cambiar nieve por playa. Al menos por este invierno, el sol brasileño podría imponerse a la postal patagónica.