Según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas por el Día del Padre registraron una caída del 1,7% interanual, medidas a precios constantes. A pesar de los descuentos y estrategias de promoción aplicadas por los comercios, los consumidores mantuvieron una actitud cautelosa y priorizaron los productos más accesibles.
El relevamiento, realizado entre el viernes 13 y el sábado 14 de junio sobre 220 comercios minoristas de todo el país, arrojó un nuevo balance negativo, que se suma a las caídas del 10,2% en 2022 y del 1,2% en 2023, consolidando una tendencia descendente sostenida en las compras vinculadas a esta fecha especial.
Uno de los datos destacados del informe fue el ticket promedio, que alcanzó los $41.302. Aunque la cifra resulta más alta en términos nominales frente al año pasado, al ajustar por inflación implica una caída del 8,9% en el poder adquisitivo de los consumidores.
Las formas de pago más utilizadas fueron el efectivo con descuentos y las cuotas con tarjeta, pero su impacto fue limitado. Según el reporte, el 58% de los comerciantes consideró que la celebración no tuvo efecto o apenas generó un leve movimiento en las ventas.
Rubros: pocos ganadores, muchas pérdidas
El informe de CAME detalló el comportamiento por rubros. Cuatro de los seis relevados registraron subas, aunque con diferencias marcadas:
- Equipos periféricos, accesorios y celulares: +9,7%
- Electrodomésticos y audio/video: +5,8%
- Cosméticos y perfumería: +4,6%
- Calzado y marroquinería: +0,6%
En cambio, Indumentaria fue el sector más golpeado, con una baja del 12%, seguido por Librerías, que retrocedió un 8,6%. Ambos rubros muestran una importante retracción del gasto, incluso en productos alcanzados por promociones.
Un contexto complejo
En diálogo con Radio Rivadavia, el vocero de CAME, Vicente Lourenzo, resumió el clima general:
“Fue un Día del Padre frío, no sólo por la temperatura, sino también porque la gente cuidó muchísimo el bolsillo. Se notó que los consumidores priorizaron regalos de menor costo. En lugar de tres obsequios, muchos optaron por uno solo”.
Lourenzo también expresó su preocupación por el contexto:
“Junio es un mes exigente: hay que pagar sueldos, aguinaldo, alquileres e impuestos. Este tipo de fechas solían ayudar a equilibrar las cuentas. Esta vez, no fue así”.