El inicio de julio trae consigo una nueva serie de aumentos que impactarán directamente en la economía de los argentinos. Entre los rubros más afectados se encuentran los alquileres, las medicinas prepagas y otros servicios esenciales, que volverán a ajustar sus valores, sumando presión al índice de precios al consumidor (IPC) que releva el INDEC.
Uno de los incrementos más significativos corresponde a los contratos de alquiler que aún se rigen por la derogada Ley de Alquileres. En julio, estos contratos sufrirán un aumento del 66,1%, un porcentaje inferior al de los meses anteriores, pero que sigue representando un fuerte golpe para los inquilinos. La cifra surge del Índice de Contratos de Locación (ICL) que elabora el Banco Central, en base a la evolución de la inflación y los salarios estables (RIPTE).
En paralelo, las empresas de medicina prepaga también anunciaron aumentos. Según comunicaron a sus afiliados, las cuotas subirán hasta 1,9% en julio, incremento que también se aplicará a los copagos. Las compañías justifican esta suba por el aumento sostenido en los costos del sistema de salud, aunque destacan que los nuevos valores se mantienen en línea o incluso por debajo de la inflación de mayo, que fue del 1,5%.
Además, desde los primeros días del mes, otras operadoras de servicios ya comenzaron a informar a sus clientes sobre nuevos ajustes tarifarios que llegarán hasta el 5%, dependiendo del tipo de prestación y la empresa proveedora.