Moody's bajó las calificaciones de 10 compañías argentinas

Moody's Latin America bajó las calificaciones de 10 compañías argentinas de servicios e infraestructura que operan en Argentina. Responde a la calificación del riesgo crediticio que desde el 30 de agosto tiene el país.

La sociedad con sede en Nueva York tiene una participación del 40% en el mercado mundial de calificación crediticia. Sus principales competidores son Standard & Poor´s y Fitch Ratings que en conjunto, las tres agencias representan el 95% del mercado. En la actualidad, la Moody´s trabaja en la calificación de riesgos en más de 100 países.

De acuerdo a la comunicación difundida por la propia agencia, la decisión de bajar la calificación de las empresas es consecuencia de la caída de las calificaciones del Gobierno de Argentina a Caa2 desde B2, lo que obligó a poner el nivel de riesgo crediticio “en revisión de baja” desde el 30 de agosto pasado.

Los anuncios de Moody´s sobre posible o real rebaja de calificación de los bonos de un país puede tener un gran impacto político y económico. Muchos economistas recuerdan la controversia que mantuvo Portugal y la UE durante el 2011 cuando la agencia bajo la calificación de la deuda soberana de Portugal a Ba2 “Calidad de crédito cuestionable”. Los ciudadanos portugueses calificaron las acciones de Moody´s como terrorismo económico bloqueando las páginas y los servidores de varios países europeos.

Pero Argentina dista mucho de la solidez que tenía Portugal en el 2011. Lamentablemente, las nuevas medidas gubernamentales terminaron arrastrando a 10 empresas del sector energético y del transporte en su calificación. Ella son, Camuzzi Gas Pampeana S.A, Distribuidora de Gas Cuyana S.A., NATURGY BAN S.A., MetroGas S.A., Empresa Distribuidora de Electricidad Salta, Empresa Distribuidora Norte S.A., Empresa Provincial de Energía de Córdoba, Albanesi S.A. / Generación Mediterránea S.A, Transportadora de Gas del Sur S.A., YPF S.A

Según la tabla de rating de calificaciones, la mayoría de las empresas se encontraban calificadas entre B1 y Aa3 con un concepto de “riesgo crediticio muy bajo” y con “capacidad superior para reembolsar las obligaciones de deuda a corto plazo”.

El cambio abrupto de las reglas de juego en el sector energético y el perfilamiento del vencimiento de los bonos generó la readecuación de la calificación de las empresas en función de la calidad crediticia del Gobierno Argentino.

En síntesis, pasaron de “riesgo crediticio muy bajo” a una calificación dentro del cuadrante de Baa y Caa que significa “la calidad de crédito cuestionable” y “sujetos a un riesgo de crédito muy alto” donde los bancos pueden estar en “suspensión de pagos”.

Según Moody´s la “acción refleja los fuertes vínculos crediticios y la exposición de estas compañías a las regulaciones y al entorno operativo de Argentina. La calidad crediticia de estas compañías no puede desvincularse por completo de la calidad crediticia del gobierno de Argentina y, por lo tanto, sus calificaciones deben estar estrechamente alineadas".

En este sentido, la agencia define el riesgo crediticio como el riesgo derivado de la imposibilidad por parte de una entidad de cumplir con sus obligaciones financieras contractuales a su vencimiento y las pérdidas económicas en caso de incumplimiento o incapacidad.