Cruce entre auto y moto derivó en escandalosa persecución policial

Persecución. Abuso de armas. Atropello e invasión a un domicilio sin orden judicial. Todos esos ingredientes tiene la denuncia que presentó este sábado ante la Policía, Gonzalo, un vecino de Neuquén que vivió una pesadilla junto a su familia, durante la madrugada. El procedimiento involucra a la comisaría Tercera y puntualmente, identifica a determinados efectivos de guardia, a quienes sindican como “provocadores” en situaciones anteriores con insultos a varios vecinos del sector, altura calle San Martín al 2000.

El relato de Gonzalo indica que todo comenzó alrededor de la una de la madrugada, a pocas cuadras de la comisaría Tercera, en una rotonda, donde frenó de golpe su auto para no colisionar con una moto. Producto de esa maniobra, el acompañante del motociclista cayó al suelo. A partir de allí, comenzó una persecución por varias cuadras, hasta que pudo llegar a su domicilio en calle Hilario Cuadros casi Vidal. En cuestión de minutos, a la carrera de quienes iban en moto se sumaron dos camionetas de la Policía y tres móviles, que hasta entonces, desconocían lo que había ocurrido. Al llegar a su casa, “los policías bajaron, tiraron al suelo a mi mujer que salió a abrirme la puerta, permitieron que los de la moto también ingresaran a mi casa, me dispararon y le pusieron la pistola en la cabeza a mi hermano, menor de edad. No hubo choque, nunca me pidieron los documentos del auto, tampoco tenían orden de allanamiento y ni siquiera me hicieron el test de alcoholemia”, contó Gonzalo, a Mejorinformado.com. “No tengo antecedentes, no había tomado alcohol, les dije a los policías que me hicieran el test pero no quisieron y tampoco les quisieron hacer a los de la moto que estaban pasados de droga. Se metieron en mi casa, sin autorización ni motivos, donde estaba además toda mi familia: mis viejos, mis hermanas y sobrinos. Un desastre”.

Mirá el video del operativo:

En el domicilio, entre policías, moradores y extraños, hubo insultos y gritos durante minutos eternos e incluso se produjeron disparos. Todo se extendió hasta las cuatro de la madrugada. En su denuncia, Gonzalo identificó que los disparos llegaron de quienes lo persiguieron en moto pero también de la Policía. “Me dieron en una pierna, no se si fue una balazo de goma o es que rebotó un proyectil. Podría haber sido una tragedia. Una locura”, confesó.