La adolescente que estaba siendo buscada desde el 23 de febrero pasado, fue encontrada el miércoles asesinada y enterrada en un pozo en la casa de su primo hermano, quien está detenido por el abuso sexual de una chica ocurrido el 9 de marzo.
Se llamaba Priscila Alejandra Martínez, tenía 15 años y fue vista por última vez el 23 de febrero cuando salió de su vivienda ubicada en calles Almafuerte y Primer Pasaje del barrio Los Lagos, en la localidad santiagueña de La Banda.
Ese día salió de su vivienda junto a su primo hermano –al que también le decía tío-, conocido como Darío Navarro, pero su verdadera identidad es Rubén Oscar Ávila. Éste le había prometido un trabajo de limpieza de una vivienda y planchado de ropa. Desde ese día no se tuvo más noticias de su paradero.
Su familia intentó radicar la denuncia de su desaparición al día siguiente pero, según informó una Coordinadora por la Aparición con Vida de Priscila, la Policía le sugirió que esperara porque “seguramente se fue con un novio”. Para entonces, la familia de Priscila ya sospechaba de Ávila.
Unos días más tarde, el 9 de marzo, Ávila fue detenido por haber violado y golpeado a una adolescente, la que fue encontrada inconsciente en una acequia de La Banda.
Ya en prisión, también confesó haber asesinado a Priscila y enterrado su cadáver en un pozo en su casa, ubicada a pocas cuadras de la de la víctima.
Este miércoles, la fiscal Natalia Saavedra, coordinadora de la Unidad Fiscal de La Banda, estuvo junto a efectivos de la Policía de Santiago del Estero en el lugar donde se habría cometido el nuevo femicidio.