Un ladrón reiterativo fue atrapado tras presentar batalla

Un hombre que parecía tener una fijación con con un comercio ubicado en Lanín y Misiones, de la capital neuquina, pretendió robarlo dos veces con diferencia de poco tiempo. Pero la suerte no lo ayudó en su afán por llevarse botellas de bebidas alcohólicas, pues en la segunda oportunidad fue observado por uniformados que patrullaban la zona. Lo atraparon, como se dice, con las manos en la masa. O, mejor dicho, en las botellas.

La detención la logró personal de la Comisaría Segunda. El hombre había salido corriendo del comercio, cargando varias botellas que, por supuesto, no había pagado. Ante la actitud sospechosa (el apuro), los policías lo detuvieron. El hombre se negó a identificarse, y les arrojó a los policías las botellas robadas. No tuvo el menor efecto semejante actitud. Lo único que consiguió fue fortalecer la decisión de los policías de llevarlo a la comisaría.

Esto ocurrió poco después del mediodía. Cuando los policías concurrieron al comercio, la propietaria les contó que el individuo había ingresado unas horas antes y se había llevado cosas sin pagar. Por eso, grande fue la sorpresa cuando volvió a entrar y se llevó las botellas por el mismo procedimiento. Pasará a la olvidable historia de las raterías cotidianas neuquinas como el "el ladrón reiterativo".