Piden 3 años y medio de cárcel para un gremialista violento

Hace años que Miguel Baez transitaba por caminos esquivos a la ley. Con una impunidad asombrosa se había transformado en intocable y protagonizaba en cada marcha o protesta del movimiento de desocupados ODEL, era denunciado por golpes que él mismo le daba a los policías, sin importar que fuesen mujeres las víctimas de sus trompadas.

Pero en un momento cayó: hace unos días fue declarado culpable del delito de abuso sexual simple y hoy en el juicio de cesura el Ministerio Público solicitó 3 años y 6 meses de prisión con cumplimiento efectivo, ya que se le deberá unificar la pena con la que actualmente está cumpliendo de 2 años y 6 meses por la toma del municipio de Roca en el que provocó destrozos y amenazó al personal.

Baez cumplió hasta hace pocas semanas prisión preventiva en una comisaría de Roca por las constantes amenazas y los aprietes que sus dirigidos hacían contra la víctima, los testigos y hasta en la sede del Diario Río Negro, el mismo día de la acusación. Pero unos días después de conocerse el veredicto de culpabilidad, la Justicia le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria. Una situación que volvió a pedir el abogado defensor, Oscar Pineda, quien solicitó que los jueces consideren el arraigo y la edad de sus hijos menores, para que le concedan sólo un año de prisión en suspenso.

La fiscal Belén Calarco fue la primera en alegar y solicitar prisión efectiva. Según la representante del Ministerio Público "Báez se aprovechó de la pobreza de los demás", teniendo en cuenta que además de manosearla, el violento sindicalista le ofrecía módulos alimentarios a cambio de que tuviera sexo con él. Y que la víctima "aguantó los abusos hasta que no pudo más".

Además remarcó que la condena debe ser de cumplimiento efectivo porque la víctima sufrió un hostigamiento permanente por parte de Baez y de los militantes de ODEL. 

El abogado querellante Nicolas Suárez Colman adhirió al pedido de la fiscal.

Luego de escuchar el pedido de pena, Baez se retiró de la Ciudad Judicial de Roca esposado y por una puerta lateral, ya que en el frente del edificio una organización feminista realizó una marcha mientras se desarrollaba la audiencia.