El patrón la abusó y ella tuvo que dejar su trabajo

Arrinconada y sin chances de hacerle frente una situación sumamente violenta de la que era víctima, una mujer tuvo que renunciar a su trabajo en un galpón de empaque por los constantes ataques que sufría por parte de su jefe. Luego de dejar su empleo, decidió realizar la denuncia correspondiente en el Ministerio Público, que comenzó a investigar el abuso sexual.

La situación se repetía permanentemente. Los abusos por parte del dueño del galpón hacía una de sus empleadas se hicieron cada vez más frecuentes ante las constantes negativas de la mujer. De acuerdo a la denuncia presentada por la víctima en la sede fiscal de Allen, su jefe la abordaba con intenciones de mantener relaciones sexuales, sin respetar la decisión de su empleada, quien le contestaba que estaba casada.

En un primer momento, el hombre intentó que su empleada se quedara después de hora en el galpón, luego de haber finalizado su tarea de clasificación de peras. En ese momento, el patrón le ofreció "quedarse a hacer horas extras de noche", a lo que la mujer le respondió que no, que ya había concluido su horario.

No conforme con esta negativa, apenas un par de días después, el hombre volvió a acosar a su empleada y mientras estaba frente a una de las máquinas clasificadoras, se acercó, le agarró la mano y le dijo directamente que quería pasar la noche junto a ella. Nuevamente le contestó de forma negativa y le repitió que era casada.

Pocos días más tarde, fue convocada por el dueño del empaque a su oficina, y una vez adentro y estando los dos solos, el hombre se paró del sillón de su escritorio y se abalanzó sobre la mujer, a la que le dio un beso por la fuerza, mientras que le tocaba la cola y los pechos.

Como pudo, la mujer salió de la oficina sin poder recuperarse del shock sufrido. Y por esto no tuvo fuerza de poder contarle a alguna de sus compañeras el ataque sexual de la que fue víctima. El acoso no terminó es este hecho sumamente violento y traumático, sino que tuvo un nuevo capítulo.

Pocos días después, el hombre volvió a la carga con sus intenciones de abuso hacia su empleada. Mientras ella trabajaba en una de las máquinas, se le acercó y le dijo claramente "si no te gusta te vas". Este hecho le hizo revivir el trauma al que fue sometida en la oficina del empresario, y debió abandonar su puesto de trabajo.

Cansada de los abusos de su patrón, la mujer decidió presentarse en la Justicia donde dejó radicada la denuncia con los detalles correspondientes. El Ministerio Público deberá ahora avanzar en la acusación contra el empresario.