Conmoción nacional por otro femicidio evitable

Un nuevo femicidio estremeció al país esta semana. Se trata de Úrsula Bahillo, de 18 años, que fue brutalmente asesinada a puñaladas por su ex pareja, un policía bonaerense con licencia psiquiátrica. La joven había denunciado 13 veces a Matías Ezequiel Martínez, sin recibir respuesta ni de la justicia, ni de la policía. Ocurrió el lunes, se van conociendo más detalles y crece el descontento en todo el país.  Temen nuevos disturbios.

Según informó el fiscal de la causa, Sergio Terón, el fin de semana la víctima había realizado al menos dos denuncias, por lo que se le notificó la perimetral a Martínez, pero “la quebrantó y la llevó a ese paraje desolado”. Incluso, la joven había solicitado un botón anti pánico en un juzgado, pero no se lo entregaron.

Días antes de ser encontrada por el SAME con múltiples heridas en el cuello y en la espalda, Úrsula twitteó: “Nunca creí estar denunciando a alguien por violencia de género. Quiero ser la última”.

En medio del dolor, varias de sus amigas publicaron en redes sociales algunos mensajes donde Úrsula contaba que había sido golpeada y amenazada por su pareja. “Úrsula aviso, fuimos a hacer la declaración y les chupo un huevo nos dieron un papel de mierda y nada más y hoy mi amiga está MUERTA”, escribió una de ellas.

Como si fuera poco, amigos y familiares de la joven realizaron una manifestación frente a la comisaría del paraje rural de Guido Spano para pedir justicia, y la policía respondió con balas de goma.

Otro femicidio más, una mujer menos, que había pedido protección y no la obtuvo. De acuerdo con datos recogidos por el Registro Nacional de Femicidios de Mujeres de la Matria Latinoamericana, el año pasado se registraron 329 muertes violentas de mujeres, travestis y trans de las cuales 270 son femicidios directos, vinculados y travesticidios. Muchos de ellos, con denuncias previas hacia sus agresores.