Cuento del tío: lo estafaron y debe un millón de pesos

La habilidad de los estafadores es admirable. En cuestión de minutos suelen convencer a su víctima para que se exponga y dejarlo sin nada. En este caso, un hombre intentó vender su saxo en distintas redes sociales y fue presa para un timador que se aprovechó de la situación y se apropió de 1.069.000 pesos a través de diferentes créditos solicitados desde la cuenta bancaría del damnificado.

La maniobra no fue demasiado complicada y allí hace foco la denuncia que se presentó en la comisaría y luego la demanda que se entabla en los tribunales civiles de Roca. Es que a través de un par de clicks, el estafador solicitó tres créditos que le significaron a la víctima una pérdida superior al millón de pesos que puede ser mayor aún, ya que al sumar las cuotas que debe afrontar con los intereses la deuda se multiplica varias veces.

A fines del año pasado, el hombre publicó en sus redes sociales y en distintos grupos de compra y venta, un saxo por el que solicitaba 95 mil pesos. En poco tiempo aparecieron varios interesados, y con uno en particular comenzó a tener mayor trato. El pseudo comprador se mostró muy interesado y hasta sabía del tema, por lo que comenzó a preguntar tipo de modelo y el estado en el que se encontraba.

Luego de un par de días de interés manifiesto sobre el saxo, se mostró decidido a hacer la transacción, pero debía realizarse a través de una operación bancaria. Esta opción le pareció muy bien al vendedor, porque de esta manera no tendría que revisar billete por billete ante el temor de que sean falsos. Tampoco se exponía a verse cara a cara con el comprador y que pueda estar expuesto a un posible robo.

La verdadera estafa arrancó en ese punto. Es que en un primer momento tuvo que brindarle el CBU. No conforme con eso, porque a través de esa clave es imposible concretar una estafa, el comprador comenzó con excusas, le hizo creer al vendedor que por una cuestión de seguridad del banco debía brindarle una clave.

Ante la sorpresa de la víctima, comenzó a ser enredado con palabras y hasta le llegó a mencionar que su contador lo necesitaba para poder blanquear esa salida de dinero. Al tener cierta confianza con el delincuente, el hombre develó su clave token con la que su cuenta bancaria quedó absolutamente vulnerable.

No conforme con acceder a su cuenta, el delincuente insistió y manifestó un cierto problema bancario, por lo que también tuvo acceso a la cuenta de la pareja y del hermano de la víctima. En el desglose, ahora es deudor de tres créditos por 357 mil pesos, otro de 286 mil y un tercero de 426 mil, lo que totaliza 1.069.000 pesos que fueron transferidos inmediatamente a otra cuenta y desde allí a otras, sin que quede ningún rastro.

Además de realizar la denuncia penal cuando pudo acceder a los últimos movimientos de su cuenta, el hombre se presentó en el banco para manifestar lo que le había pasado, pero no tuvo una respuesta positiva, es más desde principios de este año está pagando cuotas altísimas por los tres créditos solicitados.

La demanda presentada en la Justicia, el hombre le reclama al banco por incumplimiento de contrato y por violar la Ley de Defensa del Consumidor, que le permite al cliente dejar sin efecto un crédito que no fue solicitado por él. Como también porque con sólo un par de clicks se puede acceder a créditos sin ningún tipo de control por parte de la entidad sobre quién lo está solicitando.