Llevaba media tonelada de ostras a Cipolletti y se las sacaron

Pensó que con la oscuridad de la noche los controles policiales serían nulos, por lo que decidió ingresar al Alto Valle a la madrugada y de esta manera burlar la presencia de los uniformados. Sin embargo toda la estrategia diagramada se desvaneció rápidamente cuando en un control le abrieron la caja del camión y detectaron casi media tonelada de ostras que eran transportadas de manera irregular, sin respetar ninguna reglamentación sanitaria y bromatológica.

El hecho sucedió durante las primeras horas del sábado, sobre la ruta Nacional 22, a la altura del destacamento del Cuerpo de Seguridad Vial de Chichinales. Hasta allí llegó un camión Fiat con una caja térmica, que fue parado por el personal policial para controlar la documentación correspondiente al vehículo y al conductor. 

El policía a cargo del procedimiento le preguntó al conductor por la carga que transportaba y notó algunas respuestas dudosas, por lo que le solicitó si podía abrir la caja. Ayudado por la luz de una linterna, apenas abrió la compuerta trasera, alcanzó a ver una buena cantidad de bolsas que no alcanzaba a distinguir, aunque por el olor supo darse cuenta que se trataba de algún producto de mar.

Ya con una revisión más en detalle, se determinó que el conductor de 43 años oriundo de Viedma, transportaba sin ningún tipo de control sanitario ni bromatológico 33 bolsas de ostras vivas, que pesaron 430 kilos y dos bolsas de pulpa de ostras, con un peso de 65 kilos.

El transportista confió que no tenía documentación alguna de la mercadería y que su destino final era Cipolletti, donde luego se iba  distribuir y revender la mercadería a todo el Alto Valle. Ante la irregularidad, se le dio intervención a las autoridades de SENASA quienes resolvieron que todo debía ser secuestrado y destruido por el riesgo que significaba el consumo de productos de dudosa procedencia y sin respetar las normas bromatológicas.