¿Era Gatti el que caminaba por Neuquén y fue escrachado?

El caso de tráfico de imágenes y videos de abuso sexual de niños que involucra al periodista Emiliano Gatti género un alto impacto en la sociedad. La misma gente que lo veía y confiaba en las noticias que les presentaba en el noticiero del canal estatal de Río Negro, ya tomó partido aunque la Justicia aún aún no lo imputó.

Y esa acusación, mezclada con la sentencia social se vio en las redes virtuales, donde además de considerarlo culpable también subieron una foto en la que el conductor caminaba por el bajo neuquino.

Rápidamente su abogado defensor, Marcelo Henriksen Velasco salió a negar que ese hecho denunciado en las redes sea cierto. 

No hay certeza sobre la presencia de Gatti en el Parque Central el pasado sábado. Solo una foto de un hombre con características muy parecidas al periodista que parece contestarle a un grupo de personas que lo increpa. 

Un lector de Mejor Informado comentó en las redes que fue testigo de como varias personas le gritaban a un hombre en la misma zona y describió que "parecían gallinas alborotadas".

Lo cierto es que sobre el periodista pesa una restricción para salir de Roca, y en caso de tener la necesidad de hacerlo debe pedir autorización al juez. La violación de una orden judicial puede significar la detención inmediata de Gatti, por eso el apuro por negar esa situación que presuntamente sucedió en el bajo neuquino.

La situación judicial de Gatti es compleja, porque no está imputado de ningún delito, pero si se le notificó que hay una investigación abierta por tráfico de imágenes y videos de abuso sexual infantil. Es más: la fiscal Belén Calarco en la única entrevista que dió aseguró que la causa iniciada en el extranjero y que llegó a Río Negro desde una fiscalía especializada de Buenos Aires, tiene probado la existencia de unos 360 vídeos subidos por esta persona a la deep web.

Con el cambio de fiscal ordenado por el Ministerio Público, no hubo más novedades de la causa judicial y solo se sabe que las pericias a los dispositivos secuestrados pueden llegar a tardar como mínimo tres semanas.

Es necesario que la Justicia defina la situación procesal del periodista para que en caso de que no sea culpable se evite cualquier ataque que pueda sufrir Gatti. La presunción de inocencia está garantizada por ley y es deber de la Justicia probar la ejecución de un delito.