Escracharon al periodista Gatti en el Parque Central

Al igual que en su primera aparición publica luego del operativo por distribución de imágenes y videos de abuso sexual infantil, los gritos de pedófilo y degenerado apuntaron directamente contra la imagen del periodista y conductor del canal de TV del gobierno rionegrino, Emiliano Gatti.

Está vez se hicieron sentir en Neuquén, en cercanías del Parque Central, dónde Gatti caminaba el pasado sábado y fue reconocido por algunas personas.

Muchas lo miraron y comenzaron a señalarlo, hasta que una de las personas lo empezó a increpar y de allí en más los gritos se fueron multiplicando.

Con un evidente nerviosismo e incomodidad, el conductor de noticias investigado por el tráfico de videos sexuales de pequeños que en medio de acusaciones de todo tipo, al principio intentó dar algún tipo de explicación, pero fue imposible.

Si bien nadie intento agredirlo físicamente, quedó expuesto ante las personas que transitaban por una de las zonas más concurridas de Neuquén un sábado por la tarde.

Rápidamente el hombre de 52 años, acusado de subir a la red videos sexuales de niños menores de 13 años, incluso de bebés, debió salir a toda velocidad del lugar 

Está situación demuestra la condena social con la que carga Gatti, quien aún no fue formalmente acusado por la Justicia rionegrina, que espera el resultado de las pericias informáticas a los dispositivos y equipos secuestrados de su departamento de la calle Tres Arroyos de Roca.

El abogado Marcelo Henriksen Velasco, defensor del periodista y presidente de la fundación Juntos Para Sumar (financiada por eso gobierno de Arabela Carreras)  solicitó a la Justicia que lo autoricen a mudarse a otra ciudad mientras dure el proceso para evitar los escraches, pero la solicitud fue denegada.

Se supo que su entorno social, nutrido en los últimos años, quedó muy recortado tras conocerse las declaraciones de la fiscal Belén Calarco, quien describió lo difícil que le resultaba al equipo que conducía revisar los vídeos que subía Gatti, detectados por organismos internacionales, en los que aparecían menores y hasta bebés abusados sexualmente.

Una fuente cercana al periodista confió que algunas de sus amigas lo visitaron y ante varias respuestas del conductor que sin dimensionar la acusación y preocupado por la presencia de sus fotos en los medios, huyeron del lugar con la promesa de no verlo nunca más.