Madre violenta: denuncian que atacó al joven con una tijera

El video que los propios alumnos de cuarto año de la ESRN 1 subieron a las redes no deja dudas de que Romina Narváez primero increpó a los chicos que estaban dentro del aula y posteriormente salió disparada para golpear a uno de los jóvenes que observaba la situación desde el fondo del salón. Los padres del chico golpeado realizaron la denuncia correspondiente en la fiscalía, y sus propios compañeros acotaron un dato revelador, que fueron ellos los que le sacaron una tijera que la mujer tenía en la mano. Precisamente las pericias de la Justicia en las heridas que presentaba el chico de 16 años serán determinantes para resolver la situación penal de la agresora.

Esta mañana a las 7.30 sonó el timbre para que los alumnos ingresen a las aulas, pero ninguno lo hizo. Al contrario, con carteles en las manos que exigían mayores medidas de seguridad, la renuncia del equipo directivo y hasta la expulsión del hijo de la atacante, los jóvenes salieron a la calle San Martín al 500 para realizar una sentada.

Algunos de los compañeros del joven atacado por la madre de uno de sus pares, se animaron a hablar con algunos periodistas que concurrieron a cubrir lo que sucedía y que desde que se conoció el video tomó relevancia nacional. Aunque no se puede ver en las grabaciones de los celulares, quienes acudieron al auxilio de su compañero mientras estaba siendo sometido a una lluvia de cachetazos y piñas, relataron que Narváez tenía una tijera en sus manos, con la que llegó a efectuarle algunos cortes a la víctima. 

Aunque la mujer fue y volvió con sus declaraciones, al punto de reconocer el hecho y asegurar que lo hizo por un desborde emocional, que pedía disculpas y luego que no lo iba a hacer, como aseguró en los micrófonos de AM 550 esta mañana, nunca hizo referencia a que llevaba una tijera en sus manos. De comprobarse la situación penal sería mucho más grave, ya que se trataría de un hecho premeditado.

En cuanto a los motivos, que poco importan ante la agresión y la falta de resortes institucionales para evitarla, la versión de que Narváez se habría cansado de los ataques que sufría su hijo fue desmentida por la totalidad de alumnos. Los compañeros manifestaron una posición absolutamente contraria, que sería él quien agredía permanentemente a los demás alumnos y en especial a las mujeres con las que compartía el curso.

El Ministerio Público inició una investigación para determinar si existió algún delito y cómo encuadrarlo. Claro que de existir alguna acusación, el hecho de atacar a un menor de edad con o sin una tijera, cambiará rotundamente los cargos. Aunque no se brindó información oficial, se supo que se avanza en una serie de medidas preliminares que permitan echar luz a lo sucedido, como pericias forenses que determinen el tipo de heridas que presenta el joven golpeado.