4 MESES DE PREVENTIVA
Macabros detalles del asesinato del criancero de Añelo
Se conoció, a través de la fiscalía, cómo ocurrió el crimen de José Muñoz, de 67 años, en un área petrolera.
Durante la audiencia de formulación de cargos al imputado, se conocieron macabros detalles del asesinato del criancero José Muñoz, de 67 años, ocurrido el pasado 4 de noviembre en la zona rural de la localidad de Añelo.
El fiscal de Cutral Co, Gastón Liotard, relató ante el juez Mario Tomassi que el 4 de noviembre, José Muñoz decidió salir a recorrer el campo para controlar a sus animales que se encontraban pastando. Le pidió a otra persona que lo acompañe y ambos montaron sus caballos y salieron.
En medio de la recorrida Muñoz se topó con una inesperada escena: dos de sus animales estaban maniatados y un tercero ya había sido faenado. Buscando algún indicio, descubrió huellas que lo conducían al puesto de su vecino, identificado por sus iniciales como L.H.G. No se atrevió a presentarse ante el presunto cuatrero, sino que optó por llamar a la policía y presentarse más tarde en la comisaría a radicar la denuncia.
Sin embargo, un rato más tarde, Muñoz decidió ir a la casa de L.H.G para pedirle explicaciones y reprocharle lo que había hecho con sus animales. El amigo que lo acompañó en la recorrida decidió quedarse a esperarlo. Y tenía una buena razón: “le tiene miedo porque es agresivo y siempre anda con un cuchillo”.
Muñoz salió con su caballo y se encontró con L.H.G en medio del desierto. Sin casas ni testigos a la vista.
Tras un breve intercambio de insultos y reproches, L.H.G extrajo su facón y le abrió el abdomen a Muñoz, cuya muerte ocurrió de manera casi inmediata.
L.H.G tomó una cuerda, enlazó por los pies a Muñoz y arrastró su cadáver por casi 4 kilómetros. Al llegar a un lugar determinado, enterró el cuerpo del criancero “prolijamente junto al recado y al cuchillo utilizado”, explicó Liotard.
El caballo de Muñoz regresó al puesto sin la montura, según describieron sus familiares a la Policía.
La defensa de L.H.G alegó que se trató de un homicidio en legítima defensa, pero para el fiscal fue un homicidio simple.
El juez de Garantías Mario Tomassi tuvo por formulados los cargos e impuso cuatro meses de prisión preventiva para L.H.G fundamentando la decisión en el riesgo de fuga, de entorpecimiento en la investigación, para resguardar a los testigos y porque aún resta encontrar las prendas que vestía el acusado el día del hecho.
