VIOLENCIA DE GÉNERO
Intentó prender fuego a su pareja, pero no irá preso
La fiscalía aceptó un cambio de carátula por un delito menos grave, que terminó beneficiando al agresor.
El marido violento, con una borrachera terrible, comenzó a recriminarle a su pareja una supuesta infidelidad. Sus actos fueron cada vez más agresivos y de los insultos pasó rápidamente a golpearla hasta que la víctima cayó al suelo, allí la roció con alcohol delante de la hija de ambos que miraba horrorizada por lo que su papá le hacía a su mamá. Luego sacó un encendedor del bolsillo e intentó prenderla fuego, pero la mujer logró escapar con la menor y pudo denunciar el hecho.
En un primer momento la causa estuvo caratulada como intento de femicidio, pero el Ministerio Público aceptó un cambio de carátula que benefició claramente al agresor, ya que lo imputaron por coacción y daño en contexto de violencia de género. Una calificación alejada del un intento de homicidio que ocurrió.
Es más, tampoco se meritó como agravante, que el atacante violó la prisión domiciliaria que se la había impuesto y rompió el dispositivo electrónico con el que debían controlar sus movimientos.
El hecho sucedió el 23 de octubre del año pasado, en Barda del Medio. Al ser una acusación más benévola, el hombre aceptó su culpabilidad y se dispuso un juicio abreviado, que mejoraba notablemente las condiciones del acusado.
Ante la jueza Florencia Caruso, el representante del Ministerio Público rionegrino, Leandro López y el abogado particular de la defensa acordaron la menor pena que estipula el Código Penal para ese delito: tres años de prisión en suspenso, además de la prohibición de acercamiento del agresor a su, ahora, ex pareja.
También, al tratarse de una causa de violencia de género, la Justicia en su sentencia dispuso que el agresor deberá hacer un curso para dejar su adicción al alcohol, y acreditar una capacitación en género antes de que finalice la condena.
Al tratarse de un juicio abreviado, en el que el imputado reconoce el hecho del que se lo acusa y existe un acuerdo entre las partes, la sentencia quedó firme de manera inmediata y no existe la posibilidad de que la víctima la impugne.
