La familia de Agustina escuchó la peor noticia

Desde el mismo sábado, cuando María Agustina Fernández fue encontrada agonizando en un charco de sangre, se sabía que la situación era sumamente grave. Tras 72 horas de internación en la improvisada Terapia Intensiva del hospital de Cipolletti, los médicos realizaron diversos estudios y comprobaron que la joven de 19 años oriunda de Santa Rosa, no tiene actividad cerebral. 

La estudiante de primer año de Medicina de la UNCo fue atacada con un objeto contundente y la golpearon ferozmente en la cabeza, lo que le provocó una gran hemorragia. Si bien la atención fue muy rápida desde el momento en que la encontraron tendida en el piso en uno de los departamentos del complejo de Confluencia al 1300 de Cipolletti, su cuadro siempre fue desesperante. Los profesionales le plantearon la difícil situación a la familia, que en todo momento mantuvo la esperanza por la recuperación de la joven.

Sin embargo, esta tarde lo profesionales de Terapia Intensiva del hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti se reunieron con los padres y le dieron la peor noticia. Sin signos de actividad cerebral, Agustina está conectada a un respirador mecánico que la asiste. Palabras más o menos, los médicos comunicaron en el último parte que no había nada por hacer. De esta manera se caen las esperanzas de los padres de pedir un traslado en avión sanitario hacia la capital pampeana o a Buenos Aires.

Según trascendió, desde el centro de salud ya habrían dado aviso de la difícil situación al CUCAI quien en caso de lograr la aceptación familiar para donar los órganos, podría desencadenar en una ablación múltiple. Pero la decisión es de los padres.

Agustina llegó a Cipolletti en marzo de este año, ante la imposición de la Facultad de Medicina de que las clases debían ser presenciales. La madre reconoció que después de recorrer la ciudad y ver la poca oferta, alquilaron un monoambiente en el barrio Sillón Encantado a pocas cuadras de la sede universitaria. Precisamente en uno de los departamentos de ese complejo fue donde la atacaron.

El sábado luego de las 19, la joven quedó sola en el departamento de un petrolero de 36 años que vivía en la planta baja, en el único departamento que tiene patio. Los investigadores creen que el o los delincuentes ingresaron por atrás y la sorprendieron en el interior, donde fue atacada salvajemente. Los médicos que la atendieron le encontraron cortes en diferentes partes del cuerpo y golpes muy fuertes en la cabeza, con fractura del occipital, que son los que le provocan la hemorragia con presión intracraneal incontrolable que produjo un cuadro de salud desesperante. 

La investigación se mantiene en absoluto secreto. Se cree que el robo estaba destinado hacia el petrolero, de hecho de su departamento desaparecieron mil dólares que tenía guardados. Aunque en un primer momento se mencionó entre las 19:20 y 22:20 como posible horario del ataque, hay versiones que indican que fue en menos tiempo, que el amigo de la joven sólo se retiró una hora de su domicilio y que al volver encontró a la joven vecina tendida en el piso con pocos signos vitales.

La joven de Santa Rosa ingresó al hospital cipoleño, su estado siempre fue dramático y ante la imposibilidad de internarla en Terapia Intensiva porque las escasas cinco camas estaban ocupadas, permaneció con los mismos cuidados que en ese sector pero en la guardia. Desde los sindicatos de trabajadores, denuncian desde marzo que el sector permanece colapsado y que las segunda terapia creada por la pandemia había sido desmantelada.