¿Quién es el preso que se escapó de la Comisaría?

Aunque desde la Policía intentaron mantener el secreto, la información se filtró y deja muy mal parada a los responsables de la guardia de la Comisaría 4° de Cipolletti. Es que sin forzar ningún tipo de candado, reja o simplemente una puerta, Fabio Fernando Carrasco escapó del sector de los calabozos sin dejar ni un sólo rastro, burlando la custodia de al menos tres personas y dejó expuestas las débiles medidas de seguridad de una de las unidades más importantes de la provincia.

Ninguno de los uniformados que cumplía servicio durante la mañana del 31 de diciembre pudo explicar con claridad lo sucedido. En el parte diario quedó asentado que una de las personas que debía custodiarlo le confirmó a la responsable de la guardia, que el preso no estaba en el calabozo número dos, donde estaba alojado desde el 28 de noviembre pasado, cuando el juez Julio Sueldo ordenó que debía cumplir los 7 meses de prisión acordados en ese lugar.

Fue tanta la incertidumbre que generó su desaparición, que desde la comisaría enviaron un patrullero a la casa de su mamá, para saber si el prófugo había ido hacia allí. La mujer negó que conocer el paradero de su hijo, pero les comentó que tenía algunos amigos en las 300 viviendas, pero tampoco lo vieron en ese barrio cipoleño.

Lo cierto es que ante la imposibilidad de encontrarlo, la Policía debió informarle a la Justicia lo sucedido y el fiscal de turno abrió una causa por evasión, al tiempo que ordenó varias pericias dentro de la comisaría. El acta de procedimiento de Criminalística indica que la cerradura de la celda no estaba violentada, como tampoco habían rastros de violencia dentro de la zona de calabozos. Quedó claro que la seguridad era nula, por lo que simplemente llegó hasta el patio interno y desde allí salió hacia la calle Roca, sin que nadie prestara atención.

Carrasco es un conocido delincuente cipoleño. En la jerga policial se lo conoce como un ratero, esos que aprovechan la oportunidad para robar, pero nunca con armas. Si bien tiene un historial de antecedentes bastante extenso, estaba preso desde noviembre del año pasado, cuando un grupo de vecinos de un complejo de departamentos consiguió atraparlo y los uniformados lo libraron de que sea linchado.

Según quedó registrado entonces, Carrasco trepó un paredón para ingresar al patio interno de un complejo de calle Irigoyen al 1200, allí intentó apropiarse de algunos elementos de valor, pero fue visto por uno de los vecinos que rápidamente reaccionó sin dejarle margen para escapar. En ese momento se sumaron varias personas más, que lo inmovilizaron y tiraron al piso.

Mientras o increpaban, alguien dio aviso a la Policía que llegó a los pocos minutos. Cuando aribaron debieron calmar a las personas que estaban deseosas de hacer justicia por mano propia. Carrasco fue acusado y luego su defensa le propuso a la fiscalía un acuerdo para llegar a un juicio abreviado. Reconoció la autoría del hurto y el juez Sueldo lo sentenció a 7 meses de prisión, pero en vez de ir a la cárcel, debía cumplir la pena en la Comisaría 4°, desde donde escapó el pasado sábado sin dejar rastros.