Caso Agustina: ordenaron peritar los celulares de Parra

La obsesión de Pablo Parra por la joven Agustina Fernández y la relación de ella con otro chico fue el móvil del femicidio de la estudiante de medicina pampeana. Pero la teoría presentada en la audiencia de formulación de cargos, que permitió que el petrolero de 37 años esté tras las rejas con prisión preventiva, debe ser sustentada con pruebas y es lo que intenta recabar la querella, por eso solicitó la autorización judicial para que se periten los teléfonos secuestrados y que se abran los archivos que existan en la nube en relación a la cuenta de WhatsApp y redes sociales del acusado.

Agustina tenía 19 años, cuando el 2 de julio del año pasado fue atacada de manera brutal y luego de tres días de agonía murió en el hospital de Cipolletti. Ella estaba en la casa de un vecino, con quien iba a cenar esa noche. Así testificó Pablo Parra, el empleado petrolero que alquilaba el departamento de la planta baja del complejo de Confluencia al 1300, también denunció que cuando él salió para realizar algunas compras, alguien entró y además de robar su teléfono y el de la estudiante de Medicina y 200 dólares, también atacó a golpes a la joven pampeana.

Pero luego de cinco meses de investigación y múltiples contrapuntos entre la fiscalía y los policías que investigaban el caso, finalmente los representantes del Ministerio Público fueron contra Parra a quien responsabilizan del feroz ataque a golpes que dejó a la joven con muerte cerebral hasta que se realizó la ablación correspondiente y sus órganos viajaron a otros lugares del país para salvar la vida de pacientes que necesitaban un transplante.

Durante la audiencia de formulación de cargos quedó expuesto que Parra y Agustina habían tenido algunos encuentros sexuales, pero luego la relación se terminó. A partir de allí comenzaron los problemas para la joven estudiante, ya que el petrolero bastante mayor que ella comenzó a acosarla. El punto máximo de esa obsesión sucedió el día del ataque, ya que durante la siesta la víctima había estado en su departamento manteniendo relaciones sexuales con el mozo de un bar. Esto hizo enfurecer al petrolero, quien esperó que se vaya el joven y se las ingenió para que la víctima entrara a su departamento.

Para la fiscalía, Parra atacó a golpes a Agustina y luego fingió el robo. El acusado insistía en mantener una relación con ella y no aceptaba las constantes negativas que manifestaba la joven. Es más, había realizado una reserva para que viajaran juntos a San Martín de los Andes, pero la estudiante rechazó ese plan.

Para probar la obsesión que mantenía el petrolero con la estudiante pampeana, es que la fiscalía y la querella coincidieron en solicitar que los teléfonos celulares secuestrados durante la detención de Parra el 22 de diciembre, sean peritados. Pero además, solicitaron puntualmente que se acceda a los archivos guardados en la nube asociada con su correo electrónico. De esta manera pretenden acceder a mensajes y conversaciones que desaparecieron junto con los aparatos que denunció como robados el día del ataque en su departamento.

Puntualmente, la presentación hace referencia a acceder a correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y las distintas redes sociales de Parra, en la que podrían existir conversaciones entre ambos. La Oficina de Investigación de Telecomunicaciones (OITel) del Ministerio Público tendrá que buscar dentro de la nube, como también tratar de recuperar cualquier archivo que se haya borrado y que esté vinculado con la causa.

El abogado defensor de Parra, Juan Manuel Coto estuvo de acuerdo con la pericia a los aparatos y a las distintas cuentas de Parra e insistió en que se haga para poder probar que no hay elementos que liguen al vecino de Agustina con el femicidio. La Justicia aceptó el pedido de las partes y ordenó que se abran las cuentas, aunque no hay precisiones de cuándo podrían conocerse los resultados.