CRIMEN DE LA ESTUDIANTE DE MEDICINA
Caso Agustina: La cena que se transformó en femicidio
Parra y Agustina tenían pensado cenar juntos, pero algo pasó: la joven fue brutalmente golpeada. El comienzo de una relación con otro joven podría haber sido el móvil.Desde un primer momento los investigadores dudaron de Pablo Parra, el petrolero amigo de Agustina Fernández, con quien la joven de La Pampa tenía pensado compartir la cena el día que la atacaron y la dejaron agonizando. Aunque varios policías con años en la calle sugirieron la posibilidad de detenerlo para buscar que se quiebre, desde la fiscalía se negaron rotundamente al sostener que no habían pruebas como para fundar la sospecha. A los investigadores nunca les cerró el detalle preciso y cronometrado de lo que hizo durante casi una hora que estuvo fuera de su departamento del barrio Sillón Encantado.
Parra es un joven petrolero de buen pasar económico. Desde la llegada de Agustina al complejo de la calle Confluencia al 1.300, siempre se mostró muy dispuesto. Desde marzo hasta el 2 de julio -día en el que fue brutalmente golpeada la estudiante de medicina de 19 años- ambos forjaron una gran relación, al punto que ella que vivía en el piso de arriba y hasta tenía un duplicado de la llave del departamento de su vecino.
La madre de Agustina, Silvana Capello siempre sospechó del vecino. Incluso se negó a hablar con él cuando su hija agonizaba en el hospital de Cipolletti y Parra se acercó a hablarle. La investigación indica que la estudiante de medicina de la UNCo estaba iniciando una relación sentimental con otro joven, incluso en los peritajes realizados los investigadores encontraron rastros que indicaban que ella había pasado la noche del viernes 1 de julio con alguien con quien había tenido relaciones sexuales.
Para los pesquisas esa persona no era Parra y sugirieron en varias oportunidades intentar avanzar por ese lado como un posible móvil del femicidio. Pero la coartada del petrolero nunca perdió fuerza. Los datos brindados por él en cada una de las declaraciones siempre fueron muy sólidos, precisos y hasta cronometrados pese al shock de haber encontrado en su departamento a su vecina agonizando.
"Yo salí a las 19.20, más o menos. Un vecino me vio salir y ya Agustina se encontraba en mi domicilio porque tenía que hacer algunas cosas. Vine a lo de mi viejo a dejar una parrilla, estuve hablando con él y, cerca de las ocho de la noche, me fui a la heladería Grido", aseguró. También dijo que había ido a comprar unas cervezas a un mercado cercano. Cada uno de esos movimientos fue ratificado por testigos o por cámaras de seguridad.
Una de las cosas que más sorprendió a los encargados de averiguar quién y cómo atacaron a Agustina, fue la rapidez con la que detectó que se trató de un robo, enumeró lo que le faltaba y hasta señaló por donde había ingresado el atacante. Con Agustina en el piso agonizando, en medio de un charco de sangre, tuvo tiempo para saber que le faltaban unos dólares, un bolso con ropa deportiva y que había una escalera del otro lado del paredón. Algunos de los policías que revisaron cada rincón del departamento confiaron que en la habitación había más dólares, pero el supuesto ladrón no se los llevó.
Los detalles de la causa se conocerán mañana en la audiencia de formulación de cargos, en la que el fiscal lo acusará de femicidio. Fue muy poco lo que se filtró y la fiscalía -como es costumbre- es reticente a brindar información. Es más durante seis meses cada una de las noticias oficiales alejaban cada vez más a Parra de la figura de sospechoso: primero fue un cuestionado identikit; después las pocas imágenes de las cámaras de seguridad de la zona que lo ubicaban en esos lugares a la hora del ataque; y hasta un análisis de ADN a las muestras encontradas debajo de las uñas de la joven en su intento de defenderse, que no era compatible con la cadena genética de Parra.
Por eso la detención del petrolero en su nuevo departamento de Irigoyen al 1.100 del barrio San Pablo a las 6 de la mañana de hoy sorprendió, pero todos entendieron que era lógico y probable que en algún momento lo hagan. De allí la Justicia se llevó un moderno y exclusivo Hyundai Elantra, que será peritado. Precisamente el dato que hizo girar la causa fue una imagen de ese auto en las inmediaciones del complejo de departamentos a la hora del hecho, que hace explotar la minuciosa y prolija coartada de Parra.
Este dato sumado a otros que presentará el fiscal Martín Pezzetta en la acusación son los que hicieron girar 180 grados la causa. Uno de esos indicios que se conoció es que en el alambrado de la parte de atrás del departamento donde fue atacada de muerte la joven pampeana, los peritos encontraron restos de una prenda de vestir que al ser analizada tenía el ADN de Parra, por lo que podría ser él quien escapó por el paredón luego de golpear a Agustina.
Aún no hay confirmación oficial del horario, pero mañana se realizará la audiencia de formulación de cargos, que ante la expectativa que existe en la zona, será transmitida en vivo por el equipo de comunicación de la Justicia. El Código Procesal Penal de Río Negro indica que no pueden mantener a una persona detenida por más de 24 horas sin realizar la acusación correspondiente. Por la gravedad del caso, al tratarse de un femicidio y ya haber demostrado su intención de complicar la investigación, se especula que el fiscal solicitará que permanezca detenido con prisión preventiva.