Caso Solano: Fueron detenidos los policías condenados

Después de 4 años y medio, los policías condenados por secuestrar y matar a Daniel Solano fueron detenidos. Tras el fallo de la Corte Suprema que dejó firme la sentencia de agosto de 2018, los siete efectivos de la Policía de Río Negro que cumplían servicio en Valle Medio ya están tras las rejas.

Daniel Solano era de Tartagal, Salta. Llegó a Valle Medio para trabajar en una empresa subsidiarias del gigante Expofrut. Las condiciones en las que vivían dentro de un campo eran lamentables. El joven salteño era una de las voces más fuertes a la hora de quejarse de los abusos de la patronal.

El trabajador golondrina estaba marcado. El 5 de noviembre de 2011 después de cobrar la plata de la semana, junto con algunos de sus compañeros salió al boliche Macuba de Choele Choel.

Lo que sucedió ahí adentro nunca se supo con certeza. Lo cierto es que a Solano lo saca el personal de seguridad por un presunto incidente. Al joven de Tartagal lo estaban esperando en la puerta, lo cargaron en una camioneta policial que fue custodiada por un Fiat Duna rojo. Los dos vehículos salieron en dirección a la Isla 92. Esa fue la última vez que alguien lo vio con vida.

El peregrinar de la familia fue intenso. Su papá Gualberto permaneció en Choele Choel buscando justicia. Tuvo que encadenarse frente al edificio judicial para que avance la investigación. 

Fue una investigación plagada de vicios desde el primer minuto. Con una jueza que insistía en que se había ido por sus propios medios a Neuquén. La Brigada de la Policía apretó gente para que declare que lo habían visto en la terminal.

El cura párroco de la ciudad, que abrió las puertas de la iglesia para que viva la familia Solano sufrió un atentado cuando viajaba a Viedma a pedir por la aparición de Daniel.

Si bien está red de poder se rompió con la sentencia de agosto de 2011, quedó la sensación de que algo más había detrás. Nunca quedó claro para quién o quiénes cumplían servicio extra los policías condenados.

El cuerpo de Daniel nunca se encontró. Se dijo que podía estar en una jagüel en un campo, pero cuando la Justicia habilitó la búsqueda, había sido derrumbado y rellenado con escombros. Los especialistas contratados solo pudieron bajar unos metros. No pudieron determinar si los restos estaban ahí.

Finalmente ayer, con lao recursos de apelación agotados,los siete fueron detenidos.  Las órdenes fueron firmadas en este caso por el juez Oscar Gatti y se coordinó con el Ministerio de Seguridad la detención simultánea de los condenados. 

Para la medianoche ya estaban detenidos. Tres de los condenados estaban en la localidad de Choele Choel, uno en Pomona, otro en Chimpay, uno en El Bolsón y el último en Viedma.

Todos habían agotado el plazo máximo de prisión preventiva, por lo que debieron ser dejados en libertad hasta que el fallo quede firme, es decir que se expida la Corte. 

Los expolicías Sandro Berthe, Pablo Bender y Juan Barrera están condenados como coautores de los delitos de homicidio agravado por alevosía y por haber abusado de sus funciones siendo miembros de una fuerza de seguridad, en concurso real con vejaciones; Pablo Albarrán Cárcamo, Pablo Quidel y Diego Cuello están condenados por homicidio agravado por alevosía y por haber abusado de sus funciones siendo miembros de una fuerza de seguridad, en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público, y Héctor Martínez está condenado por homicidio agravado por alevosía y por haber abusado de sus funciones siendo miembro de una fuerza de seguridad.

Para todos la condena fue de prisión e inhabilitación perpetuas. Gualberto Solano murió durante el desarrollo del juicio sin escuchar la condena a los policías que mataron a su hijo.