Le dolía la panza, fue al hospital y la abusaron

Un fuerte dolor la llevó a la guardia del hospital en busca de la atención que le permitiera sentirse mejor. Sin embargo dentro pasó algo que le cambió rotundamente la vida. Sin demasiadas respuestas médicas más que la indicación para colocarle un inyectable, le abrió la puerta para que un enfermero la abuse sexualmente.

La denuncia, que ya investiga la Justicia, fue radicada pocas horas después, cuando la víctima logró restablecerse del shock con el que salió del hospital de Villa Regina. Por el hecho, registrado el 9 de marzo, tramita en la fiscalía de Vanesa Cascallares, desde donde ya salió la notificación hacia el presunto abusador y a las autoridades de Salud.

La víctima de 24 años contó en sus redes sociales el padecimiento que le tocó vivir en la propia guardia del hospital a la que acudió por un fuerte dolor intestinal. En un primer momento la hicieron pasar a un sector donde generalmente se colocan las inyecciones y allí empezó el accionar fuera del lugar del enfermero.

La joven relató que con la excusa de atenderla, comenzó a hacerle preguntas que iban más allá del malestar que sentía. Le consultó de sobre su estado civil, si estaba de novia, si había sido madre muy joven y dónde vivía. Cuando le tomó la presión buscó la oportunidad de acercarse y empezó a hablarle de más cerca. Incluso le indicó que lo mirara a la cara, a los ojos.

Luego de unos minutos, al lugar llegó una médica, que le consultó sobre los dolores, le preguntó si tenía hemorroides y le indicó una ecografía intra vaginal, pero como estaba indispuesta no se la podían realizar en el momento. Entonces allí le indicó la colocación de un analgésico inyectable. El encargado de colocárselo era el mismo enfermero que la atendió en un principio.

De acuerdo con la denuncia, el empleado de Salud le ordenó que se recostara sobre una camilla. Una vez que dejó al descubierto su cola, el hombre comenzó a tocarle la zona hasta que se produjo el abuso.

Sin saber cómo reaccionar, la joven quedó paralizada y luego de unos minutos el mismo enfermero le aplicó la inyección indicada por la médica. Aún confundida por lo que había sucedido, se puso de pie y salió caminando por sus propios medios del edificio del Hospital. Con el paso de los minutos comenzó a comprender lo que le había sucedido y que había sido víctima de un abuso sexual.

Entonces decidió hacer la denuncia formal en la Comisaría de la Familia de Regina, donde se le dio intervención a la fiscalía y también participó de la contención, con el protocolo para estos casos, la Oficina de Atención a la Víctima (OFAVI).

Se supo que una vez que se hizo pública la denuncia, el enfermero sindicado como autor del abuso sexual fue removido de su lugar de trabajo en el Hospital de Regina, y lo trasladaron a un centro de salud de una localidad cercana.