Lo baleó un policía, le hizo juicio al Estado y rechazaron la demanda

Cipolletti está cargada de antecedentes de abuso policial. Además de los casos ocurridos recientemente en el que mataron a golpes a un detenido, o el policía que le disparó a un joven en la Plaza San Martín, o el uniformado que le metió la cachiporra en el ano a un preso; también hubo hechos anteriores que recuperaron trascendencia con el movimiento de la causa en la Justicia, como el caso del ex agente Nicolás Armando Apeleo, que además de ser exonerado, también deberá pagar casi dos millones y medio de pesos por los daños ocasionados a una persona a la que le disparó con su  Ithaka cargada con municiones de goma.

El hecho se registró en noviembre de 2014, en medio de una discusión entre vecinos. Al llegar el patrullero, Apaleo disparó con su escopeta con postas antimotines, pero los perdigones dieron en el cuerpo de una de las personas que estaban en el disturbio, a la que debieron atender de urgencia y casi pierde el brazo por la herida provocada.

Luego de lograr la condena del policía en la causa penal, los abogados de la víctima decidieron ir en búsqueda de una indemnización en el fuero Civil por los daños que debió afrontar tras la herida en el brazo, muñeca y abdomen. Así fue como los abogados decidieron interponer una demanda contra el policía autor de los disparos y a la Policía de Río Negro por ser quien le brindó el arma al agente.

Sin embargo la demanda sólo prosperó contra el ex uniformado, ya que la jueza Soledad Peruzzi entendió que los tiempos para demandar al Estado ya estaban agotados. En la sentencia queda claro que el Código Civil establece un tiempo de 2 años para presentar la demanda independientemente del avance de la causa en el fuero Penal.

La jueza entendió que el Estado es responsable porque el autor del disparo era un policía, pero la causa prescribió. Por eso la condena establece que el único que deberá afrontar los daños ocasionados es el ex agente Apeleo, quien deberá pagar 2.449.176 pesos más los intereses acumulados hasta que quede firme la sentencia.

La víctima debió afrontar un tratamiento por las heridas que los perdigones provocaron en su mano, brazo y abdomen. Debió estar internado varios días y le practicaron distintas operaciones para evitar la amputación del brazo. De todas maneras y aunque en el fuero Penal el policía fue condenado, los abogados de la provincia presentaron la prescripción porque la demanda se presentó el 26 de octubre de 2017, casi tres años después. Además intentaron justificar que el empleado policial había actuado en los términos que establece el protocolo.

En su defensa, el ex policía hizo referencia a que disparó al suelo, pero que por "un infortunio de la física", los perdigones del proyectil rebotaron, y que la víctima resultó lastimado porque "se encontraba en los disturbios arrojando piedras".