ABUSO POLICIAL

Violaron a un preso con una cachiporra y ahora los juzgan

Dos policías de la Comisaría 45° de Cipolletti son los acusados de las torturas.
miércoles, 27 de abril de 2022 · 19:07

Dos policías de Río Negro, el oficial Cristian Cuamuillán y el suboficial Matías Galarce son enjuiciados desde este miércoles por maltrato físico y abuso sexual contra uno de los dos detenidos durante el robo a un templo. En la primera jornada se señaló al uniformado de mayor rango como quien le introdujo la tonfa en el ano a uno de los delincuentes, en tanto que al otro le intentaron quemar las manos y heridas en la cabeza y las orejas. Para el fiscal jefe, Santiago Márquez Gauna, aseguró que "hay dos personas que se creyeron por encima de la ley, creyeron que encarnaban la ley y que estaban autorizadas a hacerle 'sentir el rigor' a una persona detenida".

Esta mañana se desarrolló la primera de las tres audiencias previstas para el juicio contra los dos policías de la Comisaría 45° del barrio Anai Mapu de Cipolletti, uno de ellos, el oficial, fue el primero en llegar al templo porque vivía en el mismo predio, en tanto que el otro, que estaba de guardia recibió el alerta de su compañero. En el lugar lograron detener a dos personas, a quienes luego las maltrataron, vejaron y hasta abusaron sexualmente, como se comprobó con los certificados médicos expedidos en el hospital local, donde fueron atendidos luego de denunciar el abuso de los uniformados.

El hecho ocurrió durante la madrugada del 17 de mayo de 2.020, en un templo cercano a la toma 2 de Febrero, en el sector norte de Cipolletti. Y en caso de ser declarados culpables, el Código Penal contempla una pena de entre 8 y 20 años de prisión.

En la acusación fiscal, Márquez Gauna precisó que luego de detenerlos, "les produjeron lesiones de una gravedad tal que se equiparan con una tortura. Los golpearon, los vejaron. A uno de ellos le introdujeron un elemento en el ano. Es un hecho muy grave, es un hecho que tiene que ser llevado a juicio".

Según la denuncia, en el baño del templo y comenzaron a golpearlos salvajemente. A uno le intentaron quemar la mano y le produjeron heridas en la cabeza y en las orejas. Luego, el oficial abusó sexualmente a una de las víctimas con un bastón policial. Todas las heridas causadas fueron certificadas por la la directora del hospital de Cipolletti, Claudia Muñoz y confirmadas por el médico forense.

Para el fiscal Jefe, no hay antecedentes de un caso "con este nivel de humillación hacia una persona privada de su libertad". Hubo hechos de violencia policial en situaciones de procedimientos o contra detenidos, "pero no con este nivel de vejación", remarcó. Luego aclaró que "la fuerza policial va más allá de una persona. Es una institución como cualquier otra, formada por distintas personas y colgarle un cartel a una institución por un hecho cometido por una persona, es un error. Son actos extraños que no se ven habitualmente, no son prácticas habituales en la policía de Río Negro".

El abogado querellante, Rafael Cucchinelli adhirió a la teoría del caso presentada por la fiscalía. En tanto que el defensor particular del oficial acusado de abuso consideró que la acusación no podrá ser probada más allá de toda duda razonable. Precisamente por este beneficio adelantó que solicitará la absolución de Cuamuillán.

El otro policía enjuiciado, es asistido por una defensora oficial, quien insistió que su cliente no estuvo en el baño de la parroquia cuando su compañero le introdujo la cachiporra en el ano al delincuente. Precisamente el suboficial relató que recibió el llamado de alerta y que cuando llegó al templo los dos jóvenes estaban reducidas. Recordó que uno de ellos estaba tirado en el piso con su cabeza en un charco de sangre. 

Además, que fue Cuamuillán el que le ordenó no asistirlo, porque iba a morir en el lugar. Más tarde, llegaron al templo más policías y los jefes de la Comisaría, junto con el fiscal de turno.

Luego declararon los peritos de criminalística y los médicos que certificaron las heridas de los detenidos y en particular del que registraba lesiones en el ano compatibles con la penetración de un elemento contundente de grandes dimensiones.

Es importante aclarar que los dos policías cipoleños están en libertad, como estuvieron durante todo el proceso luego de la acusación, ya que la Justicia consideró que no existe riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación de la causa.

 

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