Huyó por violencia, dejó su casa y ahora la recuperará

Cansadas de las palizas que recibía por parte de su pareja, la mujer decidió salvar su vida. Junto con sus cuatro hijos dejó la casa que había comprado con sus ingresos. Luego de peregrinar por oficinas judiciales, después de 7 años, logró que la Justicia ordene el desalojo del violento y que ella pueda regresar.

La víctima es una docente, que en 2006 se enamoró y convivió con un hombre hasta 2015, cuando debió huir de su casa junto con los niños, que también sufrían golpes. En el medio, en 2010, con sus ahorros y un crédito, pudo comprar una casa en San Antonio Oeste, donde vivían todos juntos. 

Además de interponerle una denuncia por violencia de género y lograr una restricción de acercamiento, la mujer debió recurrir a la Justicia para lograr que el violento, quien golpeaba a ella y sus hijos, deje de aprovecharse de la situación en su beneficio y desaloje la casa que ella pagó con su sacrificio, más teniendo en cuenta que probó que él sólo tenía algunos trabajos temporales tipo changas.

En su huida para salvar su vida y la de sus hijos, la mujer debió solicitar en Educación que le den traslado a otra ciudad, para estar más segura. Pero debía alquilar una casa. Entonces debió iniciar los trámites para lograr una orden judicial que le permita volver a su vivienda. Inició una mediación, además le reclamó por prestación alimentaria, régimen comunicación y desocupación del inmueble. Sin novedades de la Justicia, debió realizar una nueva denuncia en nombre de su hijo menor, por nuevos golpes recibidos por parte de su padre.

Cuando comenzó la demanda Civil, el hombre minimizó los hechos y aseguró que la separación fue de común acuerdo. También que la casa la habían comprado en conjunto, aunque reconoció que nunca tuvo un trabajo en relación de dependencia. Y propuso que "realizar un proceso judicial tendiente a dividir la sociedad producto de la unión convivencial".

Sin embargo para la titular del Juzgado 9 de San Antonio, Karina Vanesa Kozaczuk, la orden de desalojo "se otorga a favor de quien tiene la titularidad de un derecho sobre los bienes que autorice a disfrutarlos en concepto de propietario, poseedor, locador, usufructuario, usuario o cualquier otro título análogo".

Y remarcó en los fundamentos que "en función de los hechos acontecidos y probados, en especial por la violencia ejercida por el demandado a la mujer y sus hijos", por lo que que el fallo tiene perspectiva de género. Entonces: "de lo probado surge claramente que la propietaria del inmueble" es la mujer, por lo que el desalojo debe prosperar. Si el hombre quisiera reclamar alguna compensación o proceso similar, "le quedará expedita la vía para iniciar las acciones que a su defensa y derecho correspondan".