Una apuesta y dos chicos ahogados: tragedia en el río

La osadía suele ser común entre los chicos. Estos tenían 12 y 15 años. Acostumbrados al río Paraná, en Corrientes, hicieron una apuesta: el primero que llegaba al banco de arena, ganaba 1.000 pesos. Se zambulleron en las aguas marrones con la confianza de los que saben. Pero el río siempre se guarda la última palabra. Los vieron nadar, alejarse, y desaparecer. A las pocas horas, pudieron encontrar sus cuerpos. Se ahogaron.

Ocurrió ayer martes, a la tarde, y hubo testigos. Un grupo de adolescentes se reunió en la playa del barrio Santa Marta. Lo suelen hacer todos los días. Esta vez, dos de ellos apostaron: un desafío, inocente. A nadar al río, llegar al banco de arena, el primero gana. Participaron varios, en definitiva, de la competencia. En medio de ella, apuntando al banco de arena ubicado a unos pocos metros, no los vieron más. 

Los buscaron, desesperadamente. Conocen el río y saben de estas cosas. Saben que puede haber alegría, y juegos, pero siempre tiene que haber cuidado. Los chicos no aparecían. Otras personas, adultos, se tiraron al agua para buscar a los desaparecidos. Todo fue en vano. Ya en la playa, pudieron avisarle a la madre de uno de los chicos. También llamaron a la policía.

La policía llegó, y también Prefectura. Montaron rápidamente un operativo. Una hora y media después de la zambullida inicial, rescataron a los chicos. Intentaron reanimarlos en la playa. Los llevaron al hospital. Pero estaban muertos.

La constatación produjo algunas reacciones. Hubo familiares que se enojaron con los policías y rescatistas. Algunos incidentes, tal vez inevitables, se vivieron cuando había pasado ya la hora 20 de ese desgraciado martes en Corrientes. El río siguió corriendo, indiferente.