Nuevos jueces, nuevas declaraciones de testigos claves y un proceso que arrancará de cero, como si todo lo actuado hasta el momento no hubiera existido. Así deberá encararse la nueva instancia que vivirá la causa que busca determinar si hubo responsabilidades penales por la muerte de Diego Maradona, tras la anulación del juicio que se estaba desarrollando.
Los imputados, en tanto, seguirán siendo los mismos. A saber, las siete personas acusadas por presunto homicidio con dolo eventual. Ellos son el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el médico clínico Pedro Di Spagna, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Almirón, su superior Mariano Perroni y la directiva de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini.
En el caso de los testigos, quiénes deberán hablar de lo vivido durante la última etapa que atravesó Diego serán sus hijas, su ex pareja Verónica Ojeda y el abogado Víctor Stinfale, entre otros.
Escandaloso desenlace
Cabe recordar que lo que precipitó la nulidad del proceso fue la escandalosa salida de la jueza Julieta Makintach.
Se descubrió que la magistrada fue contratada para grabar un documental, y por eso se definió que durante el proceso sus acciones respondían a la necesidad de generar repercusión en el debate, para que esa filmación tuviera dramatismo y grandilocuencia.
Sobre esto, al declarar la nulidad otra de las magistradas actuantes (la jueza Verónica Di Tommaso) dijo, apelando a una mítica frase de Maradona: "una persona se equivocó y está pagando, pero la Justicia no se mancha".
La persona “que se equivocó” es justamente Makintach, que fue suspendida por 90 días por la Corte Suprema. Además se elevó una resolución al Procurador General para que evalúe el desempeño de la magistrada, en el marco de la ley que regula el enjuiciamiento de jueces.