La madrugada en el populoso barrio Guido de Viedma son casi siempre iguales: gritos, amenazas y tiros. Pero esta vez, dos jóvenes fueron detenidos tras abrir fuego contra policías de la Comisaría 30°. Un episodio que marca otro capítulo en la disputa por el control de las barriadas populares, donde los enfrentamientos y la presencia de bandas juveniles son una realidad en ascenso.
Según fuentes oficiales, el hecho ocurrió en las inmediaciones del playón del sector Escalera 23. La policía, que tiene una comisaría dentro del barrio, llegó al lugar tras recibir una alerta y se encontró con una respuesta brutal: al menos tres disparos fueron efectuados por los agresores, quienes portaban armas sin autorización y no dudaron en utilizarlas.
Cuando intentaron escapar, uno de los sospechosos disparó entre cinco y seis veces contra los efectivos a una distancia de aproximadamente 15 metros, sin lograr herir a nadie. La persecución continuó hasta que ambos se refugiaron en una vivienda del barrio, donde finalmente fueron detenidos al salir. En su poder tenían dos pistolas 9 milímetros, similares a las que utiliza la fuerza policial.
La Fiscalía imputó a los jóvenes como coautores de portación ilegal de arma de guerra, abuso de armas y resistencia agravada a la autoridad, citando artículos clave del Código Penal argentino. La acusación se sustenta en declaraciones de los agentes, el secuestro de vainas servidas y peritajes balísticos.
Ante la gravedad del hecho y el riesgo de que obstaculicen la investigación, la Fiscalía solicitó la prisión preventiva por 45 días, medida que el juez de Garantías otorgó. La decisión responde a la preocupación por la escalada de violencia en estos sectores y el desafío que representa para las fuerzas de seguridad contener el avance de grupos armados.