En una extensa audiencia cargada de tensión y con la mirada atenta de los padres de la víctima, el juez Julio Martínez Vivot dio por formulados los cargos contra los cinco detenidos, tres mayores y dos menores, por el crimen de Julián Dobra de la Canal, el joven hallado sin vida en la zona de bardas de General Roca el pasado 30 de abril. El magistrado además ordenó la prisión preventiva de Leandro Navarro, Walter Méndez y Julio César Salgado por el riesgo procesal, y de los adolescentes de 16 y 17 años, que deberán estar resguardados en sus casas, monitoreados con tobilleras electrónicas.
La querella, encabezada por la jefa de fiscales Belén Calarco y el fiscal del caso Marcelo Ramos, fue quien describió la teoría del caso, aunque no pudo identificar quién fue el autor del homicidio, aunque explicó que fueron los últimos que lo vieron con vida a la víctima, y hasta usaron su auto, un Suzuki Fun rojo, que supuestamente era buscado en todo Roca. Los abogados aprticulares coincidieron con la acusación original, aunque hicieron reserva de ampliar los cargos a medida de que surja nueva prueba, como también incorporar a más personas. El magistrado los acusó como "participes primarios de homicidio doblemente agravado, por el uso de arma de fuego y la participación de dos menores de edad".
Previamente, la defensora oficial Mariana Serra y la defensora de menores, María Estela Aroca, se opusieron rotundamente a la acusación. Dudaron de la solidez del planteo fiscal. Para Serra, “no hay una acusación clara, no se sabe qué hizo cada uno ni qué pruebas específicas los involucran”, lo que "pone en riesgo la garantía de defensa". Sostuvo que hasta ahora solo se acreditó que los imputados conocían a Julián, pero eso argumentó, no prueba su participación en el crimen.
Las claves de la imputación
La fiscalía detalló que uno de los menores fue visto manejando el auto de Julián tras su desaparición, y que también hay registros de otro de los imputados, de apellido Navarro, a bordo del mismo vehículo. En tanto que Méndez, otro de los detenidos, habría sido el último en verlo con vida, un testigo declaró que los vio a los dos el 17 de abril y la ropa que llevaba la víctima era la misma con la que fue encontrado muerto. Según la investigación, Méndez y Navarro compartían con Julián consumos de cocaína.
La última vez que alguien vio a Dobra fue ese 17, su empleador relató que ese día lo despidió tras una pelea con un compañero de trabajo. en el télefono de Méndez, hay varias llamadas al número de su amigo ese mismo día, luego desde el día 18, ya no se registraron intentos por comunicarse, pese a que la familia ya había comenzado a buscarlo.
Un cuarto imputado, Julio César Salgado, confirmó al juez que trabjaó hasta el 18 de abril en La Pampa y luego regresó a Roca. Es amigo de Méndez y tendría un conflicto previo con la víctima: ambos estaban vinculados sentimentalmente con la misma joven. Incluso, según mencionó la fiscalía, la víctima habría disparado, allá por el mes de marzo, con un arma de aire comprimido contra la casa de Salgado. Dobra lo acusaba en distintos ambientes como ser el autor del robo de varios electrodomésticos de su departamento, en complicidad con su ex pareja. Aunque también hay otras personas que reconocieron que el propio Julián vendía algunas pertenencias para poder comprar cocaína.
Pero uno de los elementos más inquietantes señalados en la audiencia fue que Navarro habría enviado una foto a su hermano -actualmente preso- mostrando el cuerpo sin vida de Julián dentro del auto de la víctima.
Investigación con plazo ajustado
Pese a la complejidad del caso y al número de involucrados, el juez Martínez Vivot rechazó el pedido de considerar la causa como compleja. Por lo tanto, la fiscalía tendrá solo cuatro meses para concluir la investigación preparatoria antes de que se decida si la causa va a juicio. Además, aceptó la prisión preventiva solicitada por la fiscalía. El riesgo procesal y la cantidad de prueba a producir fueron los fundamentos que aceptó el magistrado, quien se mostró irritable con cuchicheos de la prensa y también le llamó la atención a uno de los detenidos porque "ya bostezó no menos de 15 veces y ahora se está riendo", aunque la defensora lo justificó por los nervios y porque hacía más de 24 horas que no comía.
Durante toda la audiencia, en la sala 5 de la Ciudad Judicial de General Roca, estuvieron presentes los padres de la víctima: Tomás Jorge Dobra y Viviana de la Canal, acompañados por sus abogados. El padre fue representado por Oscar Pineda y Pablo Iribarren, mientras que la madre asistió junto a la letrada Olga Marín.
Julián Dobra de la Canal había desaparecido el 21 de abril. Nueve días después, su cuerpo fue hallado sin vida en un sector descampado de la barda norte. El caso sacudió a la comunidad roquense, no sólo por la violencia con la que fue ejecutado el crimen, sino también por el hermetismo y la complejidad del entramado criminal que estaría detrás.