Un Chevrolet Corsa desapareció una noche de enero, como uno más de tantos vehículos que se esfuman sin dejar rastro en la ciudad. Pero aquel robo no sería un hecho aislado. Esa unidad sería la llave que abriría la puerta a un entramado oscuro, un festín de ilegalidades que la policía no imaginaba tan profundo ni tan crudo, donde la carne da caballo asoma como eje de la investigación.
Lo que comenzó como una pesquisa rutinaria del Departamento de Sustracción de Automotores se transformó en una red compleja, donde el robo de autos, el microtráfico, el tráfico de armas y la caza ilegal se entrelazan en un mismo escenario.
El 19 de junio, la investigación alcanzó un punto de inflexión. Tres allanamientos simultáneos desplegados en distintos sectores de Neuquén revelaron un menú siniestro, un banquete de crímenes tejidos con carne, pólvora y drogas.
En Valentina Sur, cinco personas quedaron en el foco. Una motocicleta robada, paquetes de cannabis sativa y un detenido por narcotráfico mostraron que la historia era mucho más que un robo.
Una carnicería ilegal
Pero fue en la meseta donde la escena tomó otro tono. Entre más de 360 cartuchos y un revólver calibre .32, dos freezers guardaban cortes de carne de dudosa procedencia. Allí, el hallazgo más llamativo: un piche patagónico faenado, animal protegido y símbolo de una fauna que se ve amenazada por estas redes clandestinas. Más de 50 animales vivos —caballos, chivos y cerdos— sin documentación legal fueron detectados en la propiedad, exponiendo un escenario de caza ilegal y maltrato animal.
Finalmente, en Río Colorado, la policía encontró 1,4 kilos de clorhidrato de cocaína, marihuana, balanzas de precisión, $232.000 en efectivo, y armas de fuego. Dos vehículos con alteraciones en sus números de chasis, incluido el Corsa robado, completaban el cuadro.
Lo que parecía un robo más era apenas la punta de un iceberg. La red criminal que se descubrió no solo trafica con vehículos, drogas y armas, sino que también atenta contra la fauna protegida y el equilibrio del ambiente, exponiendo la compleja y violenta realidad que se oculta bajo la superficie de Neuquén.
Un banquete siniestro servido frío, con ingredientes que van desde la carne ilegal hasta la pólvora lista para disparar, y un territorio que se vuelve escenario de un juego de poder, ilegalidad y saqueo.