Los primeros indicios de la investigación por la muerte de una mujer en un incendio en la chacra 33 de Allen refuerzan la hipótesis de un suicidio. Testigos relataron que antes de que las llamas consumieran la vivienda se escuchó una fuerte explosión. La Justicia aguarda los resultados de la autopsia para determinar si la víctima estaba bajo los efectos de alcohol o drogas al momento del hecho.
La víctima fatal fue identificada como Silvia Elizabeth Burgos, de 34 años, vivía en una precaria construcción junto a la casa de su madre. En la madrugada del lunes, su madre había solicitado ayuda a la policía porque la joven se encontraba angustiada y temía que pudiera lastimarse. Cuando llegaron los efectivos, la mujer estaba calmada y en la vivienda materna, por lo que se retiraron tras constatar que no requería asistencia médica.
Menos de dos horas después, una explosión alertó a los vecinos y el fuego se propagó rápidamente en la pequeña estructura donde residía Silvia. La madre, al notar lo que ocurría, corrió a la vivienda e intentó ayudarla, pero las llamas impedían el ingreso. Minutos después, llegó el personal del Bomberos Voluntarios, que tras sofocar el incendio halló el cuerpo sin vida de la mujer en el interior.
La víctima tenía antecedentes de consumo problemático de sustancias y alcohol, situación que su familia intentó abordar sin éxito en varias oportunidades. La policía había intervenido en otros episodios vinculados a crisis emocionales de la víctima, lo que refuerza la posibilidad de que el incendio haya sido intencional.
Las autoridades continúan con la investigación y peritajes para establecer con certeza el origen del fuego y descartar la participación de terceros. La autopsia, a cargo del Cuerpo Médico Forense, será clave para esclarecer el caso y confirmar las circunstancias que rodearon la trágica muerte.