Un nuevo capítulo judicial se abre sobre la figura de G.R.T., un empresario de 47 años vinculado al mundo nocturno de Cipolletti y Neuquén, y con un largo historial de denuncias por violencia de género. Esta vez, el hombre volvió a estar en la mira de la Justicia tras violar la restricción de acercamiento que lo separa de su hijo menor de edad y que vuelve a encender las alarmas sobre la efectividad de las medidas judiciales tomadas en las causas anteriores.
Según consta en la denuncia, el empresario -ex propietario de restaurantes reconocidos en la región y de un boliche ubicado sobre calle Fernández Oro de Cipolletti- ingresó a los baños de un club de Allen y esperó agazapado en el baño a su hijo, a pesar de la expresa prohibición judicial de mantener cualquier tipo de contacto. Testigos declararon que el hombre, se ocultó con una gorra y anteojos oscuros para evitar ser reconocido.
El menor, que había concurrido al club junto a su madre, fue sorprendido por su padre dentro del baño. Según su relato posterior, el empresario lo tomó de la mano y le pidió que no dijera nada. En estado de shock, el niño logró escapar y se refugió en el auto de su mamá. Fue ella quien formalizó la denuncia ante las autoridades judiciales.
Este no es el primer episodio que involucra a G.R.T. En plena pandemia, fue noticia cuando intentó prender fuego el auto de su ex pareja en el barrio El Manzanar y toda la maniobra quedó registrada por las cámaras de seguridad. Aquel hecho marcó un antes y un después: la Justicia lo detuvo y cuando lo excarceló, le impuso una tobillera electrónica. Sin embargo, tiempo después debió ser equipado con una segunda tobillera tras un nuevo episodio de violencia, esta vez contra otra pareja en la localidad de Las Grutas.
Desde entonces, las víctimas han manifestado su preocupación por lo que consideran un tratamiento laxo hacia el empresario. Como la concesión de libertad condicional o la desestimación de causas, decisiones que -según sus palabras- alimentan el accionar delictivo del acusado.
Quién es G.R.T.
G.R.T. , tiene 47 años y es muy conocido en la región, un personaje excéntrico y ostentoso. Supo ganar trascendencia por sus emprendimientos ligados a la actividad nocturna. En Cipolletti tuvo durante un largo tiempo un conocido boliche sobre calle Fernández Oro, donde juntaba miles de jóvenes de todo el Alto Valle. También estuvo al frente de dos coquetas parrillas, de ambos lados del puente.
Pero sin dudas que sus noches en los casinos de todo el país también son recordadas por sus histriónicos festejos cada vez que ganaba un torneo de Póker. Pero, su alto perfil y la vida de derroche de billetes cambió de repente cuando las imágenes de las cámaras de seguridad de los vecinos de su ex esposa salieron a la luz en los diferentes medios. La Justicia le prohibió acercarse a la madre de sus hijos y decidió emigrar a San Antonio Oeste, donde se radicó hace unos años y también abrió un emprendimiento gastronómico con el que intentó rehacer su vida.