Un hotel que deslumbra en Añelo apuntando a Vaca Muerta

"Estamos trabajando en este hotel desde que esto era una ternerita viva", dijo Issel Kiperszmid, el titular de Dypsa, la desarrolladora que construyó el Cyan Hotel Wenelen en Añelo, apuntado a una demanda ejecutiva de petroleros en el corazón de Vaca Muerta. Es el primer establecimiento cuatro estrellas que se levanta en la localidad neuquina, con un diseño acorde a lo agreste de la Barda, en terrazas, y comodidades dignas del primer mundo: Spa, pileta, centro de convenciones, restaurante; y la inauguración estuvo a la altura, con presencia de destacados invitados, entre quienes descolló el gobernador de la provincia, Omar Gutiérrez.

La imagen que eligió Kiperszmid para su discurso, se explica en la apuesta que hizo la desarrolladora, que llegó a Añelo hace años, los suficientes para marcar la diferencia entre lo que era aquella promesa petrolera y lo que es hoy mismo. "Nosotros hicimos el hardware, y ahora hay que desarrollar el software", dijo el directivo, al acudir nuevamente a una metáfora para describir lo que implica el presente y futuro del hotel.

Gutiérrez destacó la inversión privada, a la que llenó de significado político, al afirmar que el Estado la debe promover siempre, porque es la forma de instrumentar el desarrollo concreto y una mejor calidad de vida para los ciudadanos de la provincia. Contó sus primeros pasos con el nuevo gobierno nacional, el de Alberto Fernández, y sintetizó el asunto al afirmar que Neuquén ofrece estabilidad y continuidad de reglas de juego, por lo que las inversiones deberán sentirse siempre respaldadas.

De hecho, recogió al vuelo una frase de Kiperszmid (dijo que había otros tres proyectos en desarrollo), para destacar enseguida que era necesario entonces poner rápidamente "los papeles sobre la mesa, y empezar".

Desde la gran sala que sigue al vestíbulo el hotel, los grandes ventanales muestran la postal del valle de Añelo, con los bordes de la meseta a lo lejos. Un horizonte que irá cambiando aceleradamente, y del que el hotel, desde su altura, dará testimonio.