“El ciclo lectivo de sumar materias y rendir, está perdido”

La situación educativa preocupa en el país a la par de la crisis sanitaria, económica y social. Con diferentes resultados, a otros países de Sudamérica, en Argentina las clases a distancia en muchos casos han agravado la inequidad existente, porque no todos tienen las mismas oportunidades de acceso tecnológico. Pero además, preocupa entre padres y docentes, que hay casi nula evaluación de qué resultados se vienen obteniendo con este sistema.

Irene Kit, referente del Observatorio Argentinos por la Educación y presidenta de la Asociación Civil “Educación para Todos”, dialogó con 24/7 Noticias brindó una perspectiva particular, haciendo énfasis en la enseñanza que puede dejar esta pandemia.

“La pandemia nos pasó por encima. Creo que debemos agradecer el compromiso, de docentes, familiares y de todos en general. Pero creo también que cuando comenzamos, pensamos que esto era para 15 o 20 días y ahora sabemos que viene para largo. Los primeros días nos imaginábamos que alcanzaba con repasar lo del año pasado, pero ahora no podemos decir que se reemplaza todo con estas clases a distancia. Primero porque falta el docente y además, falta la interacción entre los mismos alumnos. No es posible replicar lo mismo en los hogares”, opinó.

Desde su experiencia, las clases a distancia demandan además de ciertas herramientas informáticas, que no todos los docentes tienen para poder llegar finalmente, a desarrollar los contenidos.

Estos son los extractos más importantes de la entrevista, brindada en Noticiero Central:

• “Aprender, en el sentido de cambiar nuestra manera de vivir, se puede ejercitar de muchas maneras. Esto quisiera compartir como idea. Tal vez, entonces, estaría bueno dialogar en casa o tratar de introducir con los docentes, algunas prácticas que permitan desarrollar la cuestión cognitiva. Está pronto a llegar el momento donde la transmisión de contenidos va a ser muy difícil de concretar por este soporte”.
• “Tengo 4 ideas al respecto: 1) es muy importante que los chicos, los adolescentes, no dejen de leer por lo menos dos páginas por día. Esto es leer y contar a otro qué es lo que entendió. Esto es un entrenamiento. 2) es un momento para invitar a los estudiantes que piensen preguntas para las diferentes materias, qué quieren saber. 3) instalar en los jóvenes y en los niños, el interés de en qué quieren tener maestrías, es decir, desarrollar una motivación. ‘De lo que te guste, ponete a leer, a sistematizar, a escribir... es decir, quiero que termines la cuarentena siendo un experto sobre lo que te gusta’, esa sería la premisa. 4) Y la última recomendación, es escribir. Quizás, haciendo base en el propio celular, por ejemplo, poder escribir qué aprendió hoy. Puede que tenga que ver o no con la escuela, pero es aprender a construir un texto escrito”.
• “Todo esto se puede hacer en todos los hogares, aún con diferencias socioeconómicas y sin ningún recurso tecnológico sofisticado. Creo que esto nos mantendrá despiertos, para cuando tengamos que volver, que no sabemos cuándo será”.
• “Si vemos el año lectivo, como pasar rápido los programas y aprobar, podemos decir que el año está perdido. Voy a decir algo horrible: es decir también perdemos el año cuando hacemos un esfuerzo detrás de los contenidos, nos preparamos para las 10 materias, las pruebas, las rendimos y las aprobamos. Y si desaprobamos, vamos al recuperatorio. Eso también es perder el año”.
• “Si en cambio, aprovechamos el tiempo y reforzamos lo cognitivo y emocional, no será un año perdido. Quizás nos habilite a nuevos espacios para cuando volvamos a la escuela, que no sabemos cuándo será”.