Lo indemnizaron por sufrir secuelas psicológicas

Todo comenzó durante una calurosa noche de verano, cuando apenas tenía 15 años. Como tantos otros pibes de su edad iba en bicicleta por las calles de Roca, hasta que sobrevino el terrible golpe. El adolescente fue embestido por un Chevrolet Corsa y voló literalmente por el aire. El resultado fue doloroso: perdió cuatro dientes, sufrió escoriaciones y cayó en la depresión, producto del miedo y la afectación estética.

Cuando alcanzó la mayoría edad inició la demanda y ahora, en plena pandemia, la Cámara Civil de esa ciudad confirmó la condena al conductor y su aseguradora.

Según indicaron fuentes judiciales, deberán indemnizarlo con el pago de una suma que supera los 820 mil pesos, a los que deberán sumarse los intereses que se acumularon desde el siniestro hasta ahora.

La sentencia incluye un resarcimiento cercano a los 100 mil pesos por las secuelas en las funciones de fonética, masticación y dicción. También los costos del tratamiento odontológico y las visitas al psicólogo.

Mientras que el daño moral -elevado a 600 mil pesos por los camaristas- incluyó tanto la afectación estética como las secuelas psicológicas y emocionales que le dejó el accidente.

“Ansiedad, angustia, inseguridad, inestabilidad emocional, temores (…) vergüenza, inadecuación, inhibición e inseguridad por lo estético”, así como “incomodidad y temor en el acto de comer” fueron algunas de las situaciones reveladas por la pericia, que indicó un “impacto traumático de moderado a grave”.