El virus no será exterminado: habrá que convivir con él

Es posible que nunca se encuentre la manera de acabar con el coronavirus. Pese a la retórica inflamada de belicismo de nuestros gobernantes, que califican de “enemigo” al virus, y plantean la situación como la de una guerra que se gana con patriotismo y coraje, la ciencia no hace más que trabajar y decir lo que realmente sucede o puede suceder. Y el panorama es este: la posibilidad es que los humanos tengamos que convivir con el coronavirus, durante mucho tiempo.

Esto no lo dice este periodista, sino que, hoy, lunes, lo dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una conferencia de prensa. “No hay una solución para acabar con el coronavirus y quizás nunca haya”, dijo. Lo avisó en un contexto donde se tiene en cuenta la situación a pesar de los avances en la búsqueda de una vacuna. “De momento, acabar con los brotes se basa en el control de la salud pública. Hay que hacer todo lo posible”, afirmó.

El virus se ha contagiado, en el mundo, en más de 18 millones de personas. Han muerto unos 690 mil de esos infectados. En cada país se ha trabajado a la vez, en cuestiones coincidentes y diferentes. Todos y cada uno han aplicado alguna singularidad. Sin embargo, el promedio, esa notable noción de la estadística, indica que, pese a nuestros afanes, eliminar el virus será prácticamente imposible.

En este contexto, se observa cómo la sociedad busca, por su cuenta, un fin para la cuarentena larga. De a poco, tal vez en coincidencia popular con lo que la ciencia indica y asume, se apresta a convivir con el virus. Con los cuidados del caso: ya nadie comparte un mate, ni se besa con el semejante. Pero lejos, bien lejos, de las guerras, o interpretaciones bélicas, acerca de la peste.