Piden la intervención de Nación para mediar con la ética

Ante la difícil situación sanitaria que atraviesa Río Negro, los Comités de Biética de todos los hospitales fueron convocados para decidir en casos extremos ante el "desastre sanitario". Sin embargo los distintos profesionales que los integran consideran que "ante la magnitud que han tomado las circunstancias, parece que nuestras voces se han vuelto necesarias.La palabra importa, claro, pero antes que la palabra se alza la voz".

En un comunicado emitido en conjunto, hicieron públicas sus demandas a las autoridades de Salud, entre las que sobresalen el pedido urgente de "ayuda y apoyo del Ministerio de Salud de la Nación, tanto para equipamiento de las salas de Terapia Intensiva como las de Clínica Médica; readecuación de las mismas según las necesidades actuales, y la suma de personal capacitado. Así mismo, insistir con la posibilidad de algún tipo de convenio interprovincial con las provincias vecinas de Neuquén y Chubut para la derivación de pacientes con necesidad de asistencia respiratoria mecánica (ARM)".

Destacaron que su función es velar porque se respeten los principios "de justicia y equidad, dignidad y derechos humanos, universalidad del derecho a la Salud, respeto la autonomía de las personas, protección de los vulnerados (susceptibles de mayor desprotección por la pandemia), rechazo al edadismo, a la estigmatización y a la discriminación". Y aseguraron que la pandemia expuso la vulnerabilidad del sistema público de Salud, y permitió que algunas de estas debilidades, se pudieran atenuar incorporando equipamientos y recursos que han sido insuficientes, no pudiendo incorporar intensivistas".

Ante una “fase de desastre sanitario” en las UTI y que las "camas con ARM son finitas y están ocupadas al 100% casi a diario, planteándose posibles derivaciones de pacientes a ciudades que están a varios kilómetros de distancia. El personal de salud está agotado, trabajando sin descanso desde el inicio de la pandemia, y con escasa incorporación de nuevo personal capacitado". 

Y luego expusieron los ejes que requieren una máxima atención, como recursos humanos, en los que pidieron expresamente la reivindicación de Cristina Orlandi (sumariada por una denuncia de ATE), la jefa de UTI de Roca, y la renuncia de Marcela Fernández, jefa de Clìnica Médica de El Bolsón por malos tratos. Otro de los puntos a tratar es el final de la vida, apoyando con recursos los equipos de Cuidados Paliativos para "cumplir con las recomendaciones para el acompañamiento de pacientes en situaciones de últimos días/horas de vida y para casos excepcionales con COVID-19. Y por último el cuidado de los cuidadores, con equipos de contención para los profesionales en contacto con situaciones estresantes, la detección de síntomas de burnout (denominado también empleado quemado por su nivel de agotamiento) y el llamado a concurso de cargos de jefaturas de servicios y departamentos y de direcciones de hospitales es una deuda de todo el espectro político para con el sistema de Salud.